Si mal no recuerdo, y si estoy en un error que alguien me lo rectifique, seis años es la friolera de años que Joe Lynn Turner hacía que no se pasaba por este país. En aquella última ocasión, lo hacía con el proyecto Big Noize. Ahora en cambio, empezaba en España una gira europea en el que su propio nombre encabezaba el cartel.
Había expectación, y un buen rato antes de la hora teórica del comienzo del concierto, ya había una buena entrada en la sala Caracol, llegando al inicio del bolo quizá a unos tres cuartos de aforo, lo que no está nada mal, sobretodo viendo el día del concierto, domingo, y lo más importante, el precio, que no era nada barato. Además, por el aspecto, el público era de lo más variado, aunque ya se sabe que el hábito no hace al monje, destacando también que había mucho público femenino, cosa que siempre es de agradecer.
Se puede decir que el antiguo vocalista de Fandango, Rainbow, Yngwie, Purple, Big Noize, Rated X, etc, etc…. Llegó con lo puesto, pues no trajo ni un mínimo tenderete de merchandising, y los músicos que le acompañaban son los miembros de la banda sueca Dynazty, con los que ya ha contado en otras ocasiones, si bien hay que decir que el teclista pertenece a los también suecos Morning Dwell.
No había telonero para amenizar la salida de Turner, y a decir verdad, diría que nadie lo echó en falta. La hora prevista de comienzo eran las nueve de la noche, sin embargo, el concierto empezó de forma algo aturullada cerca de las nueve y cuarto. Y digo que fue aturullado porque según empezaba a descorrerse la cortina que ocultaba el escenario, el grupo comenzó a sonar ya con todos los músicos en el escenario. A decir verdad, fue algo desconcertante, como que había prisa por acabar o algo por el estilo.
Y desconcertante fue también el sonido de los primeros temas, ya que se oía bastante mal, al menos en las primeras filas, por suerte, a partir del cuarto o quinto tema la cosa fue mejorando ostensiblemente.
Turner no venía presentando ningún disco o tema nuevo, con lo que su set estaría compuesto previsiblemente por grandes éxitos de su carrera. Sin embargo, también se permitió el lujo de añadir algunos temas que pertenecían a la carrera de otros, pues en el año de edición de algunas canciones que sonaron, Joe Lynn Turner no pertenecía al grupo en cuestión.
Con sus gafas de sol de cristales rojos, su perfecto pelo (no voy a entrar en si natural o no) y una prominente barriga, empezó con un Death Alley Driver que la sala recibió como un soplo de aire fresco a pesar de tener ya treinta y tres años el tema, para luego continuar, tras un ‘Good evening Madrid’, con I Surrender. Extraño que sonara en segundo lugar, cuando habitualmente es una canción que se guarda para los bises, pero digo yo que alguna vez hay que cambiar.
A pesar de los cuatro músicos que le acompañan, el escenario lo abarca totalmente el señor Turner con su presencia, si bien hay que añadir que sin egos de ningún tipo, pues el tío no tenía ningún problema en confraternizar con cualquiera de los músicos al igual que con el público, con el que no paraba de chocar sus manos.
Perfect strangers, ya sin gafas de sol, no necesitaba presentación, recibiendo una tremenda ovación del público al acabar. Continuó con lo que para mi fue toda una sorpresa, pues que sonara algo de Yngwie Malmsteen, tanto para mi, como para todos los presentes, fue toda una maravilla. Fue el momento en el que el guitarra Love Magnusson se lució ocupando la parte central del escenario en los solos.
Volvió a los tiempos de Rainbow con Stone cold, y después, previo traguito de un tercio de mahou, Turner se acordó del añorado y nunca olvidado Ronnie James Dio con claras señales al cielo antes, durante y después de la canción de el hombre de la montaña plateada. Después de que nos dejara, hace ya casi cinco años, siempre es un placer escuchar los temas que él cantaba en vida. Turner se defendía bien vocalmente. Hay que tener en cuenta que Joe Lynn Turner tiene sesenta y tres años, y no va a llegar a los mismos tonos de hace décadas, pero el tío lo estaba haciendo francamente bien.
Decidió dar un salto de veintisiete años hacia delante para tocar lo más moderno que sonaría en la noche, Devil’s road, de su proyecto en solitario junto a Glenn Hughes. Quizá esta fue la que menos entusiasmo recibió de un acalorado público. Pero el entusiasmo se recuperó para lo que Turner presentó como un clásico de Purple, se trataba en esta ocasión de Highway star, que pese a no ser de Turner, a mi me encantó.
Preguntó Turner al público cuál sería la siguiente, y al parecer había mucha hambre de Yngwie, pues desde el público salió una voz pidiendo Dejà Vu, y esa fue precisamente la que sonó. Evidentemente coincidencia que le tocaba en el setlist, pues no veo yo a Turner muy dado a la improvisación.
Contó la historia del tema Miss Mistreated y tras la interpretación, siguió con Rainbow recordando los tiempos en los que Blackmore y Glover decían que él era Spotlight kid, tema que enlazó con Long live rock’n’roll, siendo ésta la única canción en la que alargó los coros e introdujo el cansino ‘ooooo’ para jugar con el público. Además, los músicos que le acompañaban tuvieron su momento de disfrute instrumental e hicieron su particular jam session, algo que en verdad no se me hizo pesado. Al acabar, Turner empezó a despedirse, y yo no lo podía creer, mejor dicho, no lo quería creer, pues había pasado una hora y diez minutos desde que comenzó.
Amago o no de despedida, el caso es que no se fueron del escenario y tocaron Burn, dejando a mitad de tema que el bajista luciera sus escasas dotes vocales. Después, y sin cortarse un pelo, Turner preguntó a alguien de su equipo si había tiempo para más, ¿Perdona? ¿Llevas una hora y cuarto y preguntas eso? Como contestación a la pregunta de Turner, el guitarra empezó Smoke on the water, comiéndose la presentación que finalmente no hizo el vocalista. Fue finalizar el tema y se despidió de la concurrencia.
Como he dicho antes, no me lo quería creer. El concierto había durado pelín más de hora y veinte y solo había tocado catorce temas, de los que la mitad fueron de Rainbow y el resto repartidos entre Purple, Yngwie y HTP. Es verdad que otro vocalista hubiera llevado estos mismos catorce temas hasta casi dos horas con prolongaciones innecesarias, pero digo yo que como no fue el caso, alguna más podría haber tocado. Y si, tengo presente su edad, pero no me conformo.
No fue un mal concierto, para nada, incluso salvando los problemas de sonido iniciales, y también, insisto, recordando la edad de Joe Lynn Turner. De hecho, me gustó mucho mientras estuvo en el escenario. Pero el mal endémico que nos ataca es la duración de los conciertos. Yo me inclino a pensar que ahora (seguramente siempre lo hayan hecho), los músicos cobran por tiempo tocado, y si pasan de hora y media (o incluso llegan a este tiempo), tienen que recibir un plus extra, porque francamente, es de vergüenza que tengamos que salir tan contentos por tan poco tiempo de show. La broma salió a dos euros el temita. Sin comentarios. Esperemos que la próxima vez Turner no tarde seis años en volver y que además sea más generoso con el número de canciones.
Setlist Joe Lynn Turner fue:
- Death Alley Driver – 1982 (Straight between the eyes)
- I Surrender – 1981 (Difficult to cure)
- Perfect strangers 1984 (Perfect strangers)
- Rising Force – 1988 (Odyssey)
- Stone Cold -1982 (Straight between the eyes)
- Man On The Silver Mountain – 1975 (Ritchie Blackmore’s Rainbow)
- Devil’s Road – 2002 (Hughes Turner Project)
- Highway Star – 1972 (Machine head)
- Dejà Vu – 1988 (Odyssey)
- Miss Mistreated – 1982 (Straight between the eyes)
- Spotlight Kid – 1981 (Difficult to cure)
- Long Live Rock’n’Roll – 1978 (Long live rock ‘n’roll)
- Burn – 1974 (Burn)
- Smoke On The Water – 1972 (Machine head)
- Crónica y fotos: Fernando Leal Vielsa
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