Sábado de tralla en la sala Penélope de Madrid, donde la gira de Route Resurrection Fest nos traía a At The Gates, el mejor Death Metal Melódico, acompañados de Sound Of Silence y Wormed.
Con la sala presentando menos de media entrada al inicio de los conciertos, Sound of Silence eran los encargados de abrir la noche, una noche que la gente esperaba con ansias.
Desde Asturias nos llegaban unos Sound of Silence que no venían de meros comparsas. Ya tuve oportunidad de verlos en el Resurrection Fest de l 2013 y desde entonces no han hecho más que crecer, tanto en potencia en el directo como musicalmente. El grupo no se esconde de que fuentes bebe, pues aunque se catalogan como Metalcore, la técnica rebosa por todos sus poros.
Nefta se encargaba de poner toda la carne en el asador, con su voz rasgada, cantando en español, y motivando a un personal que aunque no se movía demasiado, estaba presenciando un muy buen concierto. El resto del grupo no se quedaba atrás, con os guitarras turnándose riffs poderosos, solos continuos, mientras el bajo ponía el ritmo y la batería se ocupaba de imprimir una velocidad frenética a los temas.
Buenos representantes de su estilo, Sound of Silence dejaron claro lo que uno ya sabe desde hace tiempo: en el norte gustan estos estilos, pero no gustan para escucharlos de fuera de nuestras fronteras, gustan para hacer temas geniales, que no tienen nada que envidiar a lo que llega de fuera.
Tras un breve cambio de backstage, salían a escena Wormed, mucho más brutos y contundentes, que dejaron las melodías para las otras dos bandas, ellos traían la maquinaria bélica. Brutal Deth Metal, sin concesiones, al estilo Cannibal Corpse. Salieron a escena como un torbellino, y destrozaron todo a su paso. Esta vez si hubo respuesta del público, aunque tímida y de algunos miembros del respetable, se notó que la crudeza del sonido empezaba a enlazarse con la piel de los presentes.
Con un vocalista totalmente poseído, melena al viento, modo ventilador mata gigantes, el grupo dio buena cuenta del tiempo que dispusieron sobre el escenario. Alucinante el control vocal, con guturales extensos, directos y potentes. Todo esto aderezado con un sonido nítido, cruel en su ejecución, sin miramientos. “Nucleon” fue una muestra de lo que este grupo es capaza, pasando como un tornado por la sala, pillando desprevenido a más de uno, pues lo que Wormed ofrecía era algo muy distinto a lo que la noche auguraba.
Se despidieron para dar paso a los cabezas de cartel, dejando muy buenas sensaciones, y aunque no soy muy fan de este estilo, he de decir que Wormed me convencieron, son muy buenos, por algo tienen el reconocimiento internacional, y no sólo eso, sobre el escenario no dejan títere con cabeza, y quienes les siguen entienden los parones con intros previos a sus temas.
Y llegó la hora más esperada por los asistentes, que a esa hora ya llenaban la sala casi hasta los topes. Salían a escena unos At The Gates que traían bajo el brazo su nuevo disco, “At War With Reality”. Tras una pequeña intro, con “El altar del Dios Desconocido”, el grupo salió con todo, con “Death and the Labyrinth”, que fue recibida con alfombra roja, pues desde el comienzo de la actuación la gente se entregó al grupo. Mucho ha llovido desde el último disco del grupo, pero esa noche At The Gates demostró que están en plena forma. El sonido empezó algo inconstante, con el vocalista pidiendo regular su voz, que por momentos se perdía, aunque ya con “Cold” esto se subsanó y el transcurso de la actuación no dejó espacio a dudas.
Había ganas de At The Gates, pues casi 20 años son muchos, y los suecos se mostraron muy cercanos al público español. El estilo que practica la banda dista mucho de sus primeros discos, y se nota en temas como “Heroes and Tombs”, presente en su nuevo trabajo de estudio. Esos sí, composiciones como “Windows” dan explicación a porqué se les considera padres en su estilo. Que temazo, y que pepinazo en directo, contundente y muy serio. Aunque ha sufrido mutaciones desde su origen, suena mucho mejor ahora con los registros actuales.
El concierto no llegó a los temas esperados, pero ya con “The Book of Sand” se notó que el grupo es quien manda en esto de hasta donde dan s fuerzas. El tema pasó como un torbellino por la sala, con la gente que no dejaba de hacer pogos, de acercarse al vocalista para cantar cada estrofa y con el sudor manando como fuentes por todas las esquinas del recinto. Fue la excusa perfecta para un breve descanso y volver con dos clásicos que hacen las delicias de los fans, “Blided By Fear” y “Kingfom Gone”, que ponían punto y final a una noche que para muchos dejaba la incógnita de cuando se repetiría y que para otros era insuficiente. Sin duda, me quedo con lo primero, un directo de los que marcan y que dejaron la impronta de cómo tiene que ser una noche de buen Metal.
El setlist de At The Gates fue:
- Death and the Labyrinth
- Slaughter of the Soul
- Cold
- At War With Reality
- Terminal Spirit Disease
- Raped by the Light of Christ
- Eater of Gods
- Under a Serpent Sun
- Windows
- City of Mirrors
- Suicide Nation
- Heroes and Tombs
- Nausea
- The Circular Ruins
- World of Lies
- The Burning Darkness
- The Book of Sand (The Abomination)
- Blinded by Fear
- Kingdom Gone
- Crónica y fotos: yalinku@metaltrip.com
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