Organizar un festival en los tiempos que corren, no es tarea fácil, pero a base de esfuerzo y corazón la Asociación Rock and Metal de Torreperogil han vuelto a demostrar que si se quiere se puede y han dejado claro que en el Rock no siempre tiene que estar involucrado don dinero y que solo hay que tener muchas ganas de apostar por la música, para poder hacer una nueva edición del Barcia Metalfest.
Con puntualidad británica tras una breve presentación, para además recordar las medidas impuestas por las autoridades sanitarias, aparecían en escena la primera banda, el horario con las restricciones mandaba y allí estaban Levedad Zero.

Levedad Zero
La banda de Cazorla (Jaén), debutaba ante el público del Barcia Metalfest. Honestamente, lo hicieron genial, más aun sabiendo que es su primer concierto, aunque mirando grupos que suelen venir al festival pueden ser algo light, sorprendieron a quien no había escuchado nada de ellos y a quien los había escuchado en disco por que ganaron en directo.
Abrían su concierto con la canción “Enjoy The Silent”, con una Olaya envuelta en un atuendo para la ocasión, era la primera canción, pero ya hizo que estuviéramos pendientes de ella a las siguientes. “In The Gap” dio paso a “Dulce Condena” y “Zero Levedad”, canción que da nombre a la banda.
Un repertorio sacado de su único disco llamado “Todos Somos Uno”. Un concierto que fue y se hizo breve, pero que hizo que parte de los asistentes que ya había en el auditorio los conociera. Terminaban su concierto con “Albare”, tema que también abre su disco y sirve como tarjeta de presentación. Buen sabor de boca de Levedad Zero, que dejaban paso a la siguiente banda, que también subían al escenario puntuales.
Tras alzarse el telón, era turno de Ars Amandi. El fuerte viento que había en Torreperogil esta noche, impedía que se pudieran subir los telones de las bandas y que lucieran como merecen.

Ars Amandi
Aparecía Ars Amandi en el escenario con su ya clásico tema “La Voz Que Me Guía”, de su disco “Desterrado Entre Sueños”. Se notaba que había muchas ganas de conciertos, tanto de músicos como de público, que permanecían sentados con algún amago de levantarse, pero con un comportamiento ejemplar. Ars Amandi seguían a lo suyo y fueron ofreciendo para alegría del público temas como “Tu Ley”, “El Viajero” o “Defensoras de Pallantia”, estas dos últimas del disco “Desterrado entre sueños” cuarto disco de la banda.
La banda de Rock castellano que sustituyo a Debler, que se habían caído del cartel dieron el callo, ya habían convencido a muchos con el cambio. Era turno para un clásico de la banda sonaba ahora, “No Queda Si No Batirnos” de su disco “En Tierra Firme” del que más tarde también sonó “Escuchando Al Corazón“ y “Ábula”, entre medias de estas dos otra canción “A Sus Gentes”, tema recogido en “Tierra de Castillos” que venía genial para ser tocada en una tierra como es esta, de castillos y precisamente en parte de las ruinas de uno de ellos. Tiempo hubo para su versión de Triana de “Abre la Puerta” un temazo, como lo es el último que interpretaron “La Suerte Está Echada”, muy buenos.
Tiempo ahora para la que fue la sorpresa de la noche, los Vascos Vhäldemar, que tras la intro aparecían en escena con un temazo llamado “Death To The Wizard” de su último disco de estudio titulado “Straight To Hell”, canción que seguiría para posteriormente entrar con “Old King ´s Visions Pt. VI”, también de este disco editado en 2020, del que más tarde tocarían también “Black Mamba” y “My Spirit”, pero antes “Metalizer” otro temazo del que tienen un pedazo de videoclip.

Vhäldemar
Entre canción y canción recordaron que había que permanecer sentado como marcan las normas sanitarias, o al menos en el mismo sitio evitando levantarse lo mínimo para seguir demostrando que los conciertos y el Rock son seguros si se hace todo bien.
Ahora eso si Carlos, el cantante, no deja por eso de ser un auténtico frontman metiéndose en el bolsillo al público desde la primera canción. El sonido durante el concierto, espectacular con todas las bandas ayudo, pero este grupo es un bandon y lo siguió demostrando con temas como “The Old Man”, “Howling At The Moon” del disco anterior “Against all kings”. mientras no paraba de moverse Carlos incluso de subir a la parte de arriba del auditorio, algo que en los quince años que lleva el festival nadie había hecho.
Este grupo sin restricciones debe hacer enloquecer al público, aun así, a algún asistente hubo que llamarle la atención, pero nada más grave y a seguir dando caña, destacar que para esta actuación no contaron con su bajista habitual Oscar Cuadrado, que por razones familiares tuvo que ser sustituido por Eduardo para la ocasión, tal fue la actuación que la guitarra de Pedro j. Monge acabo sin cuerdas, espectacular.
Y venia el cierre de la noche con unos diez minutos de retraso tras hacer Vhäldemar un tema extra que pidió su cantante por favor a la organización “Energy” de su primer disco “Fight to The End” del que anterior a esta habían tocado “Lost World”.
Era el turno de la última actuación de la noche. Sphinx arrancaban con “No”, en su tercer concierto de la gira Reunión tour, los mismos conciertos que lleva su nuevo batería Antonio “Nykly” que debutaba en un festival, tras la salida de Manuel Delgado.
“Destino” y “La Muerte Sobre un Papel” nos llevó a una grata sorpresa, Manuel el cantante sin su larga melena a la que nos tenia acostumbrados, llamo a un amigo de la banda y vocalista conocido como es “Piruli” José Ángel Díaz, nuevo cantante de Azrael, que estaba entre el público para cantar “Recluso 943”.

Sphinx con «Piruli» (Azrael)
Seguían su actuación con tres temas clásicos de la banda “Noche Maldita”, “Almas Sin Paz” y “Momentos de Lucidez” uno de los temas que escogieron para regrabar cuando anunciaron la vuelta a los escenarios y que los ha llevado al del Barcia Metalfest para cerrar una gran noche de conciertos.
Después de tocar “Ángel sin piedad” y “Santa Maldad” el titulo que les dio el nombre a ese disco y a la banda “Sphinx” otro directazo, donde lo dieron todo y en especial Pepe el bajista que lo debe pasar mal de pie con esa pierna jodida, sin duda con un gran sonido y muy buenas sensaciones en todos los aspectos, hizo que tengamos tema para rato y un gran recuerdo de un festival que ha resistido contra viento y marea a esta situación.
Vivimos tiempos de incertidumbre, que hicieron que no se pudiera llenar este Auditorio y que faltara poco para agotar las entradas que se pudieron poner a la venta con las malditas restricciones, que no se disfrutara al cien por cien pero que hizo que otro año más las Torres Oscuras se llenaran de un buen ambiente y de muy buena música, esperemos que no decaiga y que pensemos en la próxima edición que ya serian 16, ahí es nada. Larga vida al Barcia Metalfest.
- Crónica y fotos: Juanma Peña
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