Tras un interesante “Ceniza y viento” (2020), totalmente sepultado por la pandemia (injustamente o no, pero así ha sido), aquí tenemos el segundo trabajo de los navarros Cobardes, que sin duda es una excelente continuación del mismo, además de una reivindicación.
Rock n roll de siempre y con seña de identidad pamplonica, que se dice pronto… pero es que hay pocas más denominaciones de origen más fiables que ésta. Y con padrinos como El Dromedario Records y la propia gente de Marea detrás, ¡casi nada! No en vano, el propio Kolibrí Díaz es el productor del álbum (gran trabajo, como siempre) y la admiración por Kutxi y compañía sobrevuela indisimuladamente todo el disco. Y no lo digo como algo negativo, ¡en absoluto!, que haber crecido con La Fuga, Extremoduro, Sínkope, Barricada o los propios Marea, no es precisamente un pecado ni un vicio inconfesable. ¡Ni un error!
Rock del nuestro, pero tirando más por la vena poética / personal que por la combativa / social, y que no te vendan cuentos de segunda clase, que esta gente lo hace muy bien. Sin inventar nada, cierto, pero con excelentes mimbres, maestros y saber hacer. Mucho corazón, trocitos de alma y huevos también, que es la mejor manera de que las canciones funcionen y nos digan algo. Y nos ha dicho un pajarito que no son mancos en directo precisamente, lo cual nos apetece mucho comprobar (aparte del acústico que ya disfrutamos en la capital hace unos días).
No son los más duros del lugar, pero tampoco sería nada justo denostarles por exceso de almíbar o por mirar de vez en cuando al lado comercial del cotarro. Sería un error de hecho porque nos perderíamos un grupazo y un disco más que interesante y lleno de canciones buenísimas: Desde la sentida “Quinientas mil mañanas” o la intensidad de “En llamas” (recomendamos sin duda ver el vídeo para entender mejor la canción), hasta el puntazo de canciones más suaves como pero igual de profundas como “Maldito abril” o la acongojante y preciosa “Solo tú”. Y para terminar, “Otra noche” y “un beso y hasta siempre”… o hasta pronto diría yo de manera más correcta.
Por hacer una crítica, mínima… si en el futuro se desligan un pelín de los maestros y toman una personalidad aún más propia, tenemos rotundo aspirante a primera línea del rock de aquí. Ahí lo dejo…
Sin comentarios