Qué alegría da despertarte junto al mar y con un sol que hacía que la temperatura en Oporto fuera más que agradable. Una pena que no tuviéramos tiempo y tuviéramos que salir pronto para Lisboa, ya que debíamos buscar una pieza de la batería que se había roto y teníamos que buscar donde conseguirla.
Un viaje corto por el verde paisaje de Portugal, donde recorrimos los innumerables bosques de eucaliptus y de pinos que fuimos viendo por el camino y sitios que había conocido en otros viajes como Batalha, Ovidos, Fátima, Nazaré y que tan gratos recuerdos me traen, no como Lisboa, que tan triste recuerdo me trae, pero aún así es una ciudad muy bonita y que siempre me ha llamado la atención y es muy agradable de visitar.
La llegada a Lisboa la aprovechamos para buscar una tienda musical para buscar la pieza de la batería que nos faltaba, una tarea que no tuvo el resultado esperado y se mantuvo la solución de emergencia que el día anterior había salvado el concierto.
Un pequeño relax para ver un poco de Lisboa, que a más de uno nos traía un amargo recuerdo de nuestra última visita pero la vida sigue.
Una vez llegamos al RCA Club, después de descargar y tomar contacto con la gente de Lisboa que nos iba a ayudar, nos dispusimos a aparcar los vehículos que llevamos por la gira, una tarea algo complicada en una calle que nos era muy transitada, pero que si nos costó aparcar. El trato en el RCA Club fue de diez. Una sala muy acogedora para los conciertos, algo estrecha, pero con los techos altos que daba más apertura y un segundo piso para seguir las evoluciones del concierto.
La hora de la cena fue curiosa, con mesas de cuatro personas distribuidas en la sala, con todos los músicos e implicados en el concierto comiendo juntos. El menú consistía en una sopa típicamente portuguesa, con verduras que estaba muy sabrosa y de segundo unos filetes de cerdo con arroz que nos supieron a gloria.
El momento del concierto se aproximaba. Ya habíamos dejado atrás las pesadas pruebas de sonido. Un día más teníamos dos bandas locales en el cartel, My Master The Sun una original banda de Doom Metal que tuvo un tibio recibimiento y una sorpresa Emerging Chaos, que me encantaron y que recomiendo le deis una escucha. Nuestros protagonistas de la Gira, Noctem fueron de menos a más y se ve que en Portugal están creando un buen granero de fans y quedaron encantados con el show de los valencianos. Hate más sobrios, pero muy efectivos, como la noche anterior sonaron de maravilla y muy contundentes.
El día finalizaba, no quedaba otra que recoger lo más rápido posible y recogernos a dormir, que el día siguiente nos tocaba volver a España, con el concierto de Sevilla.
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