Hoy era un día especial, ya que viajábamos a Valencia la casa de los Noctem, por lo que su público como así fue no fallaría.
Nos levantamos a una hora razonable, sin tener que madrugar demasiado y antes de arrancar el viaje un poco de deporte con unos pintxos y unos mini bocadillos para tomar fuerzas y es que en Euskadi tienen un sabor especial.
La noche anterior teníamos un par de enfermos en la expedición y había que esperar que mejorasen o cuanto menos no hubiera contagios que pudieran afectar a la salud del resto del grupo.
Un viaje muy ameno saliendo de Euskadi hasta Navarra, muy montañoso y con paisajes espectaculares que nos hacían el viaje mucho más ameno. Las llanuras de Aragón, a la llegada a Zaragoza y el desierto de Teruel fueron los siguientes paisajes de nuestro recorrido, antes de llegar a Valencia y su paisaje lleno de naranjos antes de entrar en la gran Valencia y su circunvalación, siempre llena de coches.
La cita era en la siempre acogedora Sala Paberse Matao donde Michel y Nati nos recibieron con los brazos abiertos una vez más. Una prueba de sonido de Hate que se alargó mucho y se hizo más pesado de lo habitual, pero vamos que no perdimos ocasión para saludar a gente que vamos conociendo por el camino y bromear con los fans que siempre encontramos en las puertas de las Salas de Valencia en espera de su púa, foto o cualquier recuerdo de la banda y eso que tenían a Javi Metalíko el number One en Valencia, que no se si les dejaría alguna disponible. Julio el técnico de sonido se despedía en su ciudad Valencia, habiendo hecho un gran trabajo y con el día más estresado de lo que llevábamos de gira, con problemas técnicos en uno de los monitores del escenario que alargaron la prueba más de lo esperado.
Momentos para la cena de las bandas y entrevistas, que son típicas de todos los conciertos también tuvieron cabida en la Paberse Matao antes de la apertura de puertas de la Sala. Además, este día estábamos en Valencia donde los Noctem aprovecharon para estar y pasar un tiempo con su gente, que siempre se agradece.
La vida en una Gira es un poco cansada con tanto desplazamiento, rutina de horarios, el poco de fiesta tras el concierto. Con este cansancio y con el trabajo pendiente por adelantar en el resto de la gira opte por recogerme en un lugar tranquilo y adelantar trabajo, sin poder ver el concierto, por lo que no tengo mucho que comentar de ese día. Por los comentarios de mis compañeros la cita de Valencia fue un éxito de público y de bandas, ya que parece ser que las tres gustaron y por las ventas del merchandising la cosa no fue nada mal.
El día siguiente ya dábamos el salto a Europa y nos esperaba un largo viaje, que ya se arrancaba cansado, porque entre los horarios habituales de la sala y la recogida, nos dieron casi las cuatro de la mañana.
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