Octubre iba a ser un mes muy especial para nosotros, quizá uno de los más importantes de nuestras vidas. Hacía varios meses que habíamos confirmado nuestra participación como teloneros en todas las fechas de la gira europea de Yossi Sassi Band –banda liderada por Yossi Sassi, fundador de Orphaned Land y uno de los guitarristas más destacados dentro del mundo del Metal-, que nos llevaría a darnos a conocer por ocho ciudades del continente. Esta iba a ser nuestra primera experiencia internacional, y qué mejor forma de estrenarse que junto a uno de nuestros ídolos, ya que, siendo sinceros, sin este impresionante músico ni su anterior grupo, Sechem no hubiera sido lo mismo.
Para nosotros, la gira comenzó el jueves 29 de septiembre, cuando el nightliner –autobús del tour-, nos recogió en Madrid para llevarnos directamente a nuestra primera ciudad: Lisboa.
Esa noche nos acomodamos según las instrucciones recibidas y compartimos más de una cerveza para dar, como Dios manda, el pistoletazo de salida. Gordos como nosotros solos, llenamos el bus de comida y bebida –cervezas, cervezas, cervezas, unas cuantas latas más y en el caso de Pepo Raull (guitarrista), botes infinitos de salmorejo por si llegaba el Apocalipsis-. Como todos los grandes momentos tienen que coronarse con un pequeño drama, Marta Sacri (flautista) perdió su teléfono móvil en la primera parada que hicimos de camino a la capital lusitana, porque ya es tradición que a Marta le ocurra alguna desdicha antes de un concierto.
Sechem a las puertas del Nightliner, su “pirámide” durante la gira.
El viernes 30 de septiembre por la mañana, el autobús llegó a Lisboa, y nos reunimos con el equipo de Yossi Sassi Band para organizar todos los aspectos de la gira: acreditaciones, hojas de ruta, instrucciones con respecto a qué hacer antes y después de tocar, cómo manejar el merchandising, etc.
Estuvimos varias horas organizando la logística de la gira hasta que, al fin, comenzamos con la descarga del backline que nos acompañaría en todas las fechas, y las pruebas de sonido. Nuestra primera impresión fue estupenda, pues no solo contábamos con una sala de grandes dimensiones –importante sobre todo para movernos los seis por el escenario y no chocarnos con el mástil de Carlos Sobrino (bajista), que menea una y otra vez como si fuera una pilila-, sino también con una buena acústica y un técnico de sonido, Arie Arianovich, que nos iba a hacer sonar como auténticos profesionales durante todo el tour. Tras las típicas horas de espera y preparación, paradójicamente nuestros nervios se fueron a tomar unas copas, y eso que el debut en Lisboa era el acontecimiento más destacado de nuestra carrera musical. Con ganas de demostrar a Yossi Sassi Band y a su equipo que habían acertado al escogernos como teloneros, subimos a momificar el RCA Club de Lisboa. Durante cuarenta minutos, dimos lo mejor de nosotros mismos, y nos lo pasamos como enanos en el escenario, por no hablar del sonido conseguido gracias al técnico antes mencionado. Con una sonrisa de oreja a oreja recibimos los aplausos del público –hasta el momento, el concierto con más asistentes de la gira-, y bajamos al puesto de merchandising por turnos mientras otros se iban a duchar y cenar. Nuestro recuerdo de Lisboa es maravilloso, ya que realmente nuestro estilo cuajó entre el público. Vendimos un número considerable de camisetas y discos, firmamos CDs y autógrafos, nos pidieron fotos…Fue un subidón de adrenalina difícil de describir. Pepo corría de aquí para allá diciendo: “Joder, joder, que me han pedido una púa, tronco”. Sí, estábamos entusiasmados. Tras el concierto de Yossi compartimos cena y cervezas con la banda, su equipo y sus invitados, incluyendo a la cantante de Tristania, Mariangela Demurtas, que colaboraba en el tema “Believe”. Hubo muy buen rollo entre nosotros desde el primer minuto, pero nuestro baremo de ilusión estalló cuando nos felicitaron por nuestra actuación por su “energía y buen sonido”. La noche acabó maravillosamente, compartiendo anécdotas y palabras con el público, mientras Yossi Sassi Band vendían su merchandising y firmaban autógrafos.
Sechem en el RCA Club de Lisboa, durante su concierto el 30 de septiembre de 2016.
Con el backline y el equipo ya en el nightliner, nos dirigimos por carretera a Oporto, nuestra siguiente parada. Como ya hacía mucho tiempo –es decir, menos de 24 horas-, que a Marta no le ocurría nada, el destino actuó con crueldad y le provocó un fuerte resfriado que convirtió su nariz en una sirena de ambulancia. Tal cual. Rudolph el reno tocando la flauta. Mientras tanto, Ikena (vocalista) no cesó ni un solo momento de fotografiar cada detalle de nuestro día a día, por lo que si este pequeño escrito no es suficiente, siempre le podéis pedir las más de dos millones de fotos –las selfies son su especialidad- que hizo tan solo el primer día. Cuatro días de gira equivalen a cuatro carpetas en Facebook. True Story. Las leyendas cuentan que si dices en el espejo “Ikena” tres veces, aparece y te hace una selfie.
El concierto en Oporto fue algo más duro, pues tuvimos menos tiempo para prepararnos. Aun así, nuestro sonido comenzaba a consolidarse, ya no solo por nuestra continua práctica, sino porque el técnico empezaba a conocernos mejor. Al bajarnos del escenario, todos estuvimos de acuerdo en que Portugal había sido un anfitrión excelente. En Oporto tuvimos algo más de tiempo para hablar con los miembros de la banda, así como con Earth Drive, un grupo autóctono que había abierto ambos conciertos, y que sonaban DE LUJO. Y, por si fuera poco, además de geniales músicos eran personas estupendas.
Compartimos camerino y las pizzas de Pepo, y algunos consejos sobre cómo curar el resfriado. Por un lío totalmente aleatorio del conductor del autobús, abandonamos el Hard Club Porto –una sala con buen sonido, céntrica y una estética exterior como pocas, ya que el edificio era de finales del siglo XVIII sobre las cuatro de la mañana, con los ojos ya pegados al suelo y unas pintas de vagabundos y yonkies que no nos las quitaba nadie. Además, desgraciadamente, tuvimos que soportar la fiesta de un grupo de rap o trap o wrap o lo que fuera, que fumaron tanto en los camerinos nos dejaron al borde del fallecimiento por inhalación de humo.
Sechem yonkies. Fotografía perteneciente al archivo SECRETO de Ikena.
Escalando en la posición de catastróficas desdichas que intentaban deslucir el glamour de nuestra gira internacional, el conductor del autobús volvió a liarla parda. La entrada triunfal en Madrid, nuestra ciudad, no iba a ser fácil. Por un ínfimo fallo en el cálculo de horas, llegamos a la capital unas dos horas antes de la apertura de puertas de la sala Lemon. Muerte y destrucción. Apocalipsis.
Deprisa y corriendo montamos el escenario y el puesto del merchandising, y tan solo se pudo realizar la prueba de sonido de Yossi Sassi Band y un rápido chequeo del show de Sechem. No obstante, esto no impidió que saliéramos a dar un buen espectáculo, a pesar también de que el cansancio comenzaba a hacer estragos en nosotros. Arie, el técnico, ya nos conocía bastante bien, por lo que fue mejorando la calidad del sonido a medida que avanzaba el concierto.
Desgraciadamente tuvimos que acabar varias canciones antes, pero lo hicimos arropados por el cariño de nuestros amigos, seguidores y familiares en uno de los eventos más emotivos que hemos tenido: en la sala había un número considerable de personas, y muchas habían venido exclusivamente por nosotros. Eso no tiene precio. Fue una noche muy especial, en la que, además, pudimos disfrutar del concierto completo de Yossi Sassi junto al resto del público.
Desde luego, en los tres días que llevábamos junto a los israelíes, nuestra relación no había hecho más que mejorar, y no paramos de compartir bromas, fotos, risas e historias con los miembros de la banda. Tal es el caso del pequeño incidente ocurrido en casa de Paolo Andreotti (teclista), tras el concierto y mientras esperábamos al bus, cuando alguien –cuyo nombre no desvelaremos- suplantó su identidad en Facebook y se declaró formalmente a Yossi Sassi. Ahora ambos mantienen una bonita y sólida relación basada en su amor por los italianos, las bouzoukiguitarras, el Oriental Metal y la extraña costumbre de dormir como si fueran momias. Todos sabemos que en las convivencias siempre salta alguna chispita…Fuera de bromas, quizá todos los miembros de Sechem estamos de acuerdo en que lo mejor del tour son las personas a las que acompañamos.
La noche post-concierto de Madrid fue muy épica, pues tuvimos que esperar a que el bus nos recogiera a las 4.30 de la mañana. En el tiempo de espera ocurrieron un gran número de cosas, grabadas en vídeo por la intrépida periodista y experta en selfies Ikena. Algún día es posible que vean la luz, cuando hayamos decidido destruirnos socialmente.
Las imágenes narran la historia de cómo Jorge “You” Homobono (batería) se cag*** en todo lo cag**** mientras escuchaba reggaetón en la sesión de discoteca de la sala Lemon –no sabemos de qué se queja, si es el ritmo que más utiliza en la banda-, Carlos y Pepo daban vueltas sin sentido como almas en pena por los alrededores, e Ikena y Marta se subían como lerdas a los columpios del parque más cercano. Paolo, como es un italiano muy serio, se sentó en un banco a leer algún extracto de las obras más destacadas de Charles Dickens. Un teclista nunca hace el payaso, son los seres más cultivados del mundo musical. Cuando estábamos a punto de perder el control y convertirnos en zombies, el autobús apareció. No hace falta decir que fuimos directos a nuestros sarcófagos.
La mañana siguiente fue más tranquila, pues sabíamos que llegábamos con tiempo de sobra a Barcelona, la última parada de esta primera parte del tour.
Los músicos de la banda nos dieron algunos consejos sobre cómo mejorar nuestro sonido, entre otros factores, y prometieron ayudarnos en la prueba a encontrar una mayor conexión entre la guitarra y el bajo. En Barcelona dimos un paseo a la espera de la apertura de la sala Razzmatazz 3, donde nos esperaba un camerino para nosotros solos con una nevera repleta de latas. Sí, de cerveza, las demás eran menos importantes. El catering de bienvenida y la cena –¡¡comida hindú!!-, que nos daban de forma usual en todas las salas, fueron especialmente estupendos aquella noche, en la que nuestra gordura casi superaba a nuestras ganas de ser estrellas del Oriental Metal y tal. El cierre de la primera parte de la gira fue increíble, aunque con un público más reducido, pero con un show en el que nos lo pasamos como nunca. Por otro lado, Yossi tuvo la amabilidad de darnos las gracias públicamente por nuestra participación en su gira, lo que provocó que nos dieran unas ganas tremendas de raptarle para Sechem. Aunque seguramente no haría falta, pues si Paolo se lo pidiera poniéndole ojitos…Esa noche estuvimos más tiempo en el bus para charlar entre ambas bandas y hacer el tonto, incluso Yossi puso una película de Sacha Baron Cohen. Sí, podemos decir que hemos visto una película en un bus con nuestro ídolo. Sí, de Sacha Baron Cohen.
El martes 4 de octubre, el nightliner nos volvió a dejar en Madrid para descansar unos días y recargar las pilas para la segunda parte del tour, que comienza el 8 de octubre en Hamburgo. Atrás dejamos muchos kilómetros de carretera, nuevas experiencias y amistades, y los recuerdos más grandes y felices que hemos tenido en nuestra carrera musical. Pero, ¿Y por delante?
Nos quedan todavía cuatro conciertos más, un cúmulo infinito de anécdotas e historias, mucha música, y compartir con una de las mejores bandas del mundo –tanto a nivel musical como personal- una gira internacional que va a hacer temblar a toda Europa.
Yossi Sassi Band, su equipo y Sechem a las puertas del autobús de gira.
- By: Sechem
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