Las incombustibles Girlschool regresaban a nuestro país para una gira que las paseará por cuatro ciudades españolas: Madrid, Sevilla, Zaragoza y Barcelona. La expectación no se puede decir que fuera mucha, llegándose a reunir alrededor de cien – ciento veinte personas.
Como suele ser habitual en Girlschool cuando no tienen material discográfico editado recientemente, su merchandising fue algo pobre, limitándose a una camiseta, eso si, a un módico precio de quince euros. Mean Machine y Panico Rising si que se trajeron sus trabajos discográficos.
Los encargados de abrir la noche, eran los madrileños Pánico Rising, quinteto en formación clásica con dos guitarras que apenas tienen editado un Ep, pero que no por ello son unos novatos y no se amilanaron sobre el escenario. José Cano a las voces, tomó las riendas y lo primero que tocaron fueron dos de sus más recientes composiciones, Perdido y Abre los ojos, dejando a las claras que su estilo es un heavy clásico sin fisuras y llevándose a la vez los primeros aplausos de la noche.
Con unas luces bastante decentes para lo que es la sala, estaban logrando un sonido bastante conseguido, si bien es verdad que las luces se fueron totalmente durante algún momento de la actuación. Presentaron Falsa identidad, avisándonos que sonaría más grave que en el Ep que tienen a la venta. El batería Juanpi Rodríguez tenía buena pegada y la dupla de guitarras, Juanpa Rodríguez y Miguel Pérez estaban haciendo un buen trabajo.
Antes de Frenético, Cano nos presentó al nuevo miembro de la banda, el bajista Juan Carlos Arnal, que apenas lleva un mes con la banda, pero al parecer parece bien conjuntado con el resto de la formación. Últimamente se está poniendo de moda, y que conste que no lo critico, que muchos grupos tengan un tema sobre el maltrato a las mujeres. Panico Rising también tienen el suyo representado por Guardian, que fue el siguiente en sonar, musicalmente el tema más duro de la noche.
Hubo tiempo para una versión que no fue muy original, un Breaking the Law algo descafeinado que fue la previa a la presentación de la banda y al último tema de la noche, El barrio del rock and roll, que además de ser el primer tema compuesto por la banda, anda a medio camino entre el rock urbano y el heavy metal.
Correcto concierto de los madrileños que no se fueron sin dar las gracias a la promotora Kivents y al público asistente por ir a ver al telonero, público que les devolvió su esfuerzo en forma de ovación.
Set list Panico Rising:
- Intro
- Perdido
- Abre los ojos
- Falsa identidad
- Frenético
- Guardián
- Breaking the law
- El barrio del rock and roll
Como veinte minutos después de finalizar Panico Rising, el escenario volvía a ser ocupado esta vez por Mean Machine, los cuales fueron el único grupo de la noche que llevaron un telón tras la batería. Mean Machine es un grupo que viene de Cataluña compuesto por Raúl Mesa a la voz y el bajo, Juan Pedro Quesada a la guitarra y Marc Tapies a la batería.
Con el grito de “Os vamos a meter el rock and roll por el culo” dieron inicio a su concierto ante un público que estuvo con ellos desde el primer instante. Curiosa manera de comenzar, pero Mean Machine no estaban allí para hacer un curso de buenas maneras. Todo lo contrario. Querían patearnos a todos el culo dejándose todo lo que tenían en el escenario.
Su rollo es muy Motörhead. Ellos han dicho en alguna ocasión que no quieren ser reconocidos como los Motor españoles, y yo no digo que lo sean, pero sus composiciones, salvando las distancias, te llevan a pensar en los de Londres.
Así quedó demostrado en Loud & proud de su primer Ep allá por el 2012, enlazándola con una de sus más recientes creaciones, Nitrobitch. De hecho, su nuevo disco, el tercero de su carrera, se ha editado en febrero de este año. Raúl no paraba aun siendo el encargado de las voces y el bajo, y Juan Pedro sin quedarse atrás, se mostraba mucho más comedido. Sin embargo, Marc Tapies, estaba destrozando literalmente su batería con unos golpes más que contundentes.
El sonido no estaba siendo muy bueno y su estilo tampoco acompañaba a ello. Había momentos en que sonaba algo sucio, pero quedaba compensado por la actitud del grupo que lo estaba dando todo. Las luces eran las mismas que con la banda predecesora, y también tuvieron el problema de que se les fue totalmente la luz en una ocasión mientras estaban tocando.
Combinaron temas de sus tres álbumes, destacando por ejemplo I was made for rock’n’roll, con un coro muy marcado, o H-bomb, una imprescindible en sus shows. El público además se lo estaba pasando bien dejando claro que había sido un acierto colocarles en el cartel. Hell of a crossfire fue menos coreada, supongo que porque está recién sacada del horno, pero no fue así con Struck by the rhythm y All Access denied.
Su homenaje a su mayor influencia quedó plasmada con una buena Going to Brazil. Su frase de inicio del concierto está hecha canción con Rock’n’roll up your ass. De bien nacido es ser agradecido, y pese a su macarrería, también tuvieron tiempo para dar las gracias antes de dejarnos claro que no se casan con nadie despidiéndose con We want violence, con un Marc Tapies que destrozó uno de sus platos, tremenda raja le hizo. No habían pasado cuarenta minutos, pero fue como si un ciclón hubiera pasado por la sala. Tienen muy claro lo que quieren y lo que hacen, y de momento ahí están.
Set list Mean Machine:
- Loud & proud
- Nitrobitch
- Ridin’ the iron
- I was made for Rock’n’roll
- H-bomb
- Hell of a crossfire
- Struck by the rhythm
- All Access denied
- Going to Brazil
- Rock’n’roll up your ass
- We want violence
El concierto tenía pinta de retrasarse, pues al parecer no daban con la tecla a la hora de montar la pedalera de Jackie Chambers, pero finalmente, con poco más de cinco minutos sobre el horario previsto, las cuatro Girlschool se subieron al escenario. Sin embargo estas Girlschool se presentaban con un cambio más que importante, puesto que Enid Williams ya no está en la formación, y aunque su puesto lo cubre una solvente Tracey Lamb, de Rock Goddes, lo cierto es que se la echa en falta, sobre todo en el tema vocal, ya que ahora todas las voces caen sobre las espaldas de Kim McAuliffe.
Desde hace muchísimo tiempo, sus conciertos se inician con Demolition boys, y en esta ocasión no fue diferente. Rápida, directa y buena, ya metió una cuña en el público que cada vez fue mayor. Las luces, a pesar de ser las cabezas de cartel, fueron las peores de la noche, y el sonido dejó también bastante que desear, teniendo la banda bastantes problemas en los compases iniciales, sobre todo en la batería de Denise Duford y las pedaleras de Jackie Chambers y Kim McAuliffe.
C’mon let’s go siguió con el desfile de clásicos. Se saltaron Not for sale y siguieron con The hunter. Chambers se hizo con el micrófono anunciando que llegaba el momento de una canción de su último disco, la que daba nombre al mismo, Guilty as sin. Pese al sonido, gustó mucho que recuperaran Action, pero pronto volvieron al redil de sus clásicos tras pedir una ovación para la recién incorporada Tracey Lamb.
El concierto parecía un poco embarullado, y pese al clásico que es, Hit and run quedó algo deslucido. No ocurrió así con Future flash ni tampoco con Screaming blue murder. Nos patearon a base de bien con Kick it down y fue estupendo escuchar Nothing to lose.
Kim se acordó de Fast Eddie Clarke antes de Take it like a band, siendo esta la última canción de su último disco que sonó, saltándose después Watch your step. Para Take it all away, canción de los tiempos de la reina Victoria tal como dijo Kim, Chambers tomó el mando y a mitad de tema cogió su micrófono y lo fue paseando por el público para repetir una y otra vez los coros. Tras ella, dieron paso a su particular carrera con el diablo, echándose de menos a Enid Williams.
También tuvieron tiempo para su homenaje a Motörhead con una buena versión de Bomber. Cerraron el concierto con Emergency y una sorpresiva Hush. Después se fueron del escenario y ya no volverían a él tras setenta minutos de actuación. A pesar de haberlo hecho bien, se echó de menos a Enid Williams, pues Tracey Lamb tiene un papel más secundario. Sin embargo, a pesar de los problemas de sonido, el concierto nos gustó, pues la actitud la mantienen, los temas no pierden vigencia, y si además van incluyendo otros que también son clásicos, pues todo estupendo. Lo que no entiendo es que tocando setenta minutos, quiten dos temas del set list. Quizá jueguen con dieciocho temas y unas noches caigan unas y otras noches, otras. En cualquier caso, fue una buena noche con las Girlschool.
Set list Girlschool:
- Demolition boys
- C’mon let’s go
- The hunter
- Guilty as sin
- Action – 1988
- Hit and run
- Future flash
- Screaming blue murder
- Kick it down
- Nothing to lose
- Take it like a band
- Take it all away
- Race with the devil
- Bomber – motor
- Emergency
- Tush
Crónica y fotos: Fernando Leal Vielsa
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