Impresiones Generales: Grandísima Edición del Hellfest
Es habitual encontrar entre el público heavy asistente a festivales europeos la discusión sobre cuál es el mejor del circuito entre los que podíamos llamar los cuatro grandes: Sweden Rock, Wacken Open Air, Graspop y por supuesto Hellfest Open Air. Sin duda es imposible quedarte con uno, pero a priori lo que sí podemos destacar de Hellfest es la enorme calidad y gran variedad de su cartel, probablemente el mejor de este año. A todo ello hay que añadirle la celebración del Knotfest por primera vez en Europa el día antes de comienzo de Hellfest, en lo que se ha llamado Knofest Meets Hellfest con otro cartel de lujo, encabezado como no puede ser de otra forma por los mismísimos Slipknot.
La edición de Hellfest ha estado marcado por dos importantes aspectos. El primero de ellos la caída de Manowar del cartel el mismo día de su actuación (luego hablaremos sobre ello). El segundo, desde nuestro punto de vista, la enorme afluencia de público muestra del gran éxito del festival.
Otro punto en el que hay que darle un 10 al festival es aspecto visual. Para quien no haya estado, Hellfest es un festival que cuida su estética sobre manera con una línea de diseño muy particular, con sus toques steampunk de todos los establecimientos y servicios que allí se pueden encontrar. Todo ello acompañado por el ambiente festivo y el público tan variopinto que puedes encontrar allí.
Eso sí, por ponerle algún “pero”, es tal la variedad y calidad en estilos que es imposible ver todo lo que quieres, y en bastantes ocasiones tienes que sacrificar conciertos que a priori eran indispensables. Sobre todo si tienes en cuenta la cantidad de asistentes al evento, lo difícil que es en ocasiones moverse por allí y que apenas hay 5 minutos entre el final de un concierto y el comienzo del siguiente. Este hecho hace especialmente complejo cubrir el festival entre 2 personas (fotógrafo y redactor), considerando también las enormes colas para acceder al foso que en muchas ocasiones, y particularmente en los escenarios principales, hacía que después de una hora esperando al grupo cortaran el acceso cuando ya estabas a punto de entrar.
Por último, que no se nos olvide el enorme calor que nos ha acompañado durante todas las largas jornadas.
Knotfest
Comentaba Corey Taylor durante su actuación, se trataba de la primera vez que este festival creado por Slipknot llegaba a Europa. Tras su creación en Estados Unidos y su paso por países como México y Japón, Knofest llegaba a Clisson con un cartel de altísimo nivel en el que iban alternando 10 bandas europeas y norteamericanas.
Por cuestiones logísticas (no es sencillo llegar a Clisson), llegamos durante el concierto de los californianos Papa Roach. Todavía ubicándonos y preparándonos para acceder al foso en el siguiente concierto, pudimos comprobar cómo se las gasta la banda californiana para hacer meter al público en su concierto. Con un buen sonido hicieron disfrutar al personal con sus grandes éxitos, aunque también con una cover bastante particular de Prodigy, Firestarter, dedicada a músicos fallecidos en los últimos tiempos como Chris Cornell o el mismo Keith Flint. Cerraron con Getting Away With Murder y To Be Loved para rematar un concierto bastante movido.
Tocaba ahora pasar a una banda europea con un estilo completamente diferente: Powerwolf. Sin duda, estos power metaleros alemanes tienen en su cantante Attila Dorn a un auténtico líder, con ese derroche de voz con el que volvió a hacer disfrutar a propios y a extraños. Junto a él, sonidos clásicos del Power Metal con rápidas guitarras, teclado, coros… eso sí, sin bajo.
Muy buen sonido, estética lobezna cuidada al máximo y mucha interacción con el público que no dejó de cantar grandes temas como Blessed and Possessed, Werewolves of Armenia o, para terminar, We Drink your Blood.
Nuevo salto de continente para disfrutar de sonidos más industriales por parte del polivalente Rob Zombie. Este hombre, y su banda (especialmente John 5), son sinónimos de espectáculo. Una estética cuidada al máximo y un gran espectáculo audiovisual, acompañaron este show en el que pudimos disfrutar tanto grandes éxitos de la banda, como “Living Dead Girl” o “House of 1000 Corpses” como de versiones de grupos como White Zombie, The Beatles o Ramones (con una muy bailada “Blitzkrieg Bop”). Para cerrar, no dudó en presentar el tráiler de su última película (seguro que dentro de no mucho la tenemos en Dark) antes de hacer moverse a todo el mundo con su gran clásico “Dragula”. Este es un claro ejemplo de cómo los americanos dominan el show business.
Turno ahora para el espectáculo vikingo Amon Amarth, una de las bandas probablemente más queridas y aclamadas del circuito. Y es que esta banda nunca falla. Llegaban para presentar su último álbum, “Berseker”, pero no dudaron en pegarle un buen repaso a sus grandes temas y de camino, a la mitología nórdica. Abrir con “Pursuit of the Vikings” es una apuesta segura, con esos riff tan pegadizos y coreados por muchos, para seguir con la rápida “Deceiver of the Gods”. Fuego, espadas, escudos, cuernos vikingos, Mjolnir, una gran escenografía y sobre todo, un público entregado no pueden faltar en los conciertos de Amon Amarth. “Death in Fire” puso la nota más cañera, mientras que “Guardians of Asgard” y sobre todo “Raise your Horns” hicieron cantar al público guiado por un siempre sonriente Johan Hegg, antes de cerrar con la rápida pero melódica “Twilight of the Thunder God”. Conciertazo.
Y llegó la hora de los protagonistas del día y principales promotores del evento: Slipknot. Los de Iowa volvían a Hellfest, esta vez con su propio festival, para hacer vibrar al público francés. Gran escenario, con dos de sus clásicos juegos de percusión sobre altas estructuras a ambos lados del escenario para acompañar a la batería. Nuevas máscaras, pero estética cuidada al detalle, como no podía ser de otra forma. Abrieron el concierto de forma abrumadora, con “People = shit” y “Sic” para meterse a los fans en el bolsillo desde el principio. La banda liderada por Corey Taylor ofreció un setlist de lo más variado, incluyendo desde temas clásicos como “Psychosocial” hasta algún tema de su último disco como “Unsainted”. No tuvieron el mejor sonido del día, algo embarullado, y faltó algún tema esencial (para mi gusto) como “Wait and Bleed”, pero Slipknot hizo disfrutar de lo lindo a los miles de fans que se congregaron en Clisson en un fecha marcada especialmente para la banda.
Sabaton eran los últimos invitados a este particular festival, pero ante cansancio y los tres días que restaban por delante optamos por ir a descansar y prepararnos para lo que fue Hellfest en sí.
Hellfest – Dia 1 – Viernes
Nos despertábamos el jueves con un aviso de última hora en la aplicación para móviles del festival que nos informaba de que Manowar se caía del cartel. Sin duda la mayor incidencia del festival y probablemente una de las mayores polémicas del año. Mucho hervidero por redes sociales pero poca información y a día de hoy, sigue sin estar claras las razones. ¿Y qué efecto tuvo sobre el público? La noticia fastidió especialmente a aquellos que vinieron expresamente desde muy lejos (Sudamérica) para ver a Manowar, pero el festival siguió adelante (con Sabaton repitiendo tras su actuación en Knotfest) y no emborronó el ambiente festivo que allí se vivía: se siguieron viendo camisetas de Manowar y muchos “recuerdos” y bromas tanto de público como de bandas.
Metiéndonos en faena, comenzamos con Demons & Wizards, el proyecto del alemán Hansi Kürsch (vocalista de Blind Guardian) y del americano Jon Schaffer (guitarrista de Iced Earth), bien acompañados por miembros de sus respectivas bandas (fue un gustazo volver a ver a Marcus Siepen al bajo). Muchas ganas de ver este concierto, pues los compromisos de ambos músicos con sus respectivas bandas hacen que no prodiguen demasiado por los escenarios. Y no defraudó: buen sonido, guitarras limpias, buenos temas y Hansi espectacular a las voces. Además de repasar algunos de sus mejores temas, incluyeron una versión de Iced Earth (Burning times) y otra de Blind Guardian (Welcome to Dying). Para terminar un clásico, Fiddler on the Green, que si bien es algo lento para cerrar no deja de ser un auténtico temazo.
Cambio de tercio en los escenarios principales dando paso a una de las bandas locales, Dagoba. Recinto abarrotado y público entregado para ver a estos franceses con toque Groove que repartieron caña con temas como Inner Sun, The Infinite Chase o The Things Within para cerrar. No cesaron los pogos durante todo el concierto, con algún que otro enorme Wall of Death, y es que los locales estuvieron realmente bien, sabiendo como meterse el público en el bolsillo.
Todo lo contrario que mis queridos Dream Theater. Soy fan de la banda y los he visto muchas veces, pero hay ocasiones en festivales como éste en los que no terminan de conectar con el público. Además, el setlist tampoco ayudó, sobre todo en vísperas de la gira aniversario de su mítico Metropolis II (que tocarán de forma íntegra) y del que esperábamos un anticipo. Tan solo nos dejaron la instrumental Dance of Eternity. Aun así, es un placer ver tocar a estos músicos, quedándome quizás con la imagen y presencia del frontman, James Labrie.
Una de las bandas que más curiosidad tenía por ver por lo bien que me habían hablado era Dropkick Murphys ydesde luego no me defraudaron. Banda americana formada en la zona irlandesa de Boston, haciendo un divertido punk-rock mezclado con folk irlandés. Numerosos músicos en el escenario, con todo tipo de instrumentos (gaitas, mandolinas, bajos, flautas, etc) y haciendo saltar a todo el público asistente en un concierto nuevamente abarrotado de gente. Bastante ambiente punk en Hellfest en comparación con los festivales metal españoles.
Para terminar el día pasamos a sonidos más oscuros en los escenarios Altar y Temple con tres grandes bandas. Como comentamos el cartelazo del festival incluye primeras espadas en cada uno de sus estilos y es de agradecer.
Possessed literalmente se salieron. Los considerados como pioneros del Death Metal dieron una lección de contundencia y calidad, con un Jeff Becerra magistral a las voces con ese gutural tan característico. Este cantante es todo un ejemplo frontman, pues muestra qué estar en silla de ruedas no es impedimento para liderar una banda tan cañera. Banda bien compenetrada, con un sonriente y cómplice Becerra, que repasaron grandes temas entre los que no podía faltar Death Metal como cierre para recordarnos porqué son los padres del Death más old school.
Otro conciertazo a destacar fue el de Carcass, con un Jeff Walker frenético, tanto a la voz, al bajo y al lanzamiento de púas. Pura energía y un auténtico espectáculo. Nuevamente acompaño un gran sonido para disfrutar de un Death Metal más melódico en el que repasaron gran parte de su discografía con temas como “Unfit for Human Consumption”, “Heartwork” o “Carneous Cacoffiny”.
Para cerrar el día, optamos por quedarnos en las “carpas”, sacrificando a Gojira, para ver al maestro King Diamond. Fue una gran decisión, pues el artista danés dio, para mi gusto, uno de los conciertos del festival. La puesta en escena fue magnífica, con un escenario que era una auténtica casa de los horrores amenizada por la performance de actrices al más puro estilo de grandes películas de terror, con un juego de luces muy adecuado para el momento. Musicalmente soberbio, muy bien de voz y genialmente flanqueado por Andy LaRocque y Mike Wead a las guitarras. A nivel de set list, dio oportunidad tanto a algún tema nuevo, “Masquerade of Madness”, como a otros que llevaba años sin tocar, combinando con grandes clásicos como “Halloween”. En resumen: conciertazo.
Hellfest – Dia 2 – Sabado
Nuevo día de festival marcado por el calor, en el que tuvimos que andar corriendo de un lado para otro para poder llegar a las colas de fotógrafos para hacer fotos. Día con alta presencia de grupos del heavy más clásico con un resultado de lo más variado.
Pero para comenzar, una buena dosis de ese black / death / doom (como odio las etiquetas) de mucha calidad por parte de Wolfheart. A pesar de su “corta” trayectoria como banda (6 años), Wolfheart fue fundada y está liderada por un excepcional y experimentado músico como es Tuomas Saukkonen. Sonido limpio de nuevo en el Temple (uno de los escenarios tipo “carpa”) y gran ejecución por parte de los finlandeses, con una sobria puesta en escena con todos ellos vestidos de negro riguroso. Es un gustazo ver a Suaukkonen en directo.
El show se hizo corto, aunque lleno de intensidad, y en el que volvimos a ver una de esas escenas tan magníficas en las que el público lleva en volandas haciendo crowd surfing a una persona en silla de ruedas.
Primera apuesta del día, y en uno de los escenarios principales, por los sonidos más hard rockeros con un músico más que contrastado, Richie Kotzen. El vocalista, compositor y guitarrista de grupos como Winery Dogs y ex de grupos como Poison y Mr Big, mostró la calidad de que le atesora, con ese estilo hard rockero con toques de blues o soul. Buen repaso de temas de su prolífica carrera poniendo una nota de tranquilidad, más que oportuna para prepararnos a todo lo que nos venía.
Tiempo ahora para otra banda de sonidos más extremos, de nuevo en Temple, que precisamente está realizando su gira junto a Wolfheart en un pack que les iba a llevar a España, aunque finalmente cancelaron por motivos no aclarados. No es otra que Carach Angren y su Black Metal sinfónico.
La banda neerlandesa nos ofreció un buen concierto al estilo del género, incluyendo bastantes temas de su último disco, Dance and Laugh Amongst the Rottencon, magníficamente interpretados por un Seregor en gran forma (muy fotogénico por cierto) y una gran puesta en escena más allá de sus caras pintadas: teclado móvil, micrófono/guadaña, plataformas, etc…
A continuación, también bajo las carpas (en Altar) le llegaba el turno a una de mis bandas favoritas en el estilo, Moonspell. Tan sólo pudimos ver el tramo inicial del concierto (tocaba moverse rápido a los escenarios principales) pero pudimos comprobar que la banda portuguesa sigue en forma.
Buen sonido de nuevo y gran presencia de su líder, el gran Fernando Ribeiro, el cual se presentaba faro en mano y con la máscara de pico que utilizaban los médicos de la peste. Siempre bien cuidada la estética de este grupo con ese toque gótico que les caracteriza. Una pena no disfrutar de su Alma Matter o Full Moon en el tramo final de su concierto.
Y es que no podíamos faltar a nuestra cita con Whitesnake y disfrutar de los sonidos clásicos de una de las bandas de referencia en el estilo. Concierto agridulce, pues como pudimos comprobar, el estado vocal de ese grandísimo frontman como es David Coverdale dista mucho de ese nivelazo del que nuestra fotógrafa pudo disfrutar en Madrid en el año 88. Eso sí, el glamour y la presencia de este hombre es inigualable. Para compensar, un impresionante como siempre Tommy Aldridge a la batería, una gran banda impecable a los coros y un set list para que el público no pare de cantar desde el principio hasta el final. Abrir con Bad Boys y cerrar con temazos como Is This Love, Give Me All Your Love, Here I Go Again y Still of the Night es algo que está al alcance de muy pocas bandas, y es por eso y toda su trayectoria por lo que siempre tendrán nuestro respeto.
Turno al fin para una banda liderada por una vocalista femenina, que no es otra que Sharon del Adel y sus Within Temptation. Como siempre que les he visto, me quedo con el directazo de la banda, con un sonido más cañero que el que nos muestran en sus grabaciones. Estética bien cuidada, con vestuario por parte de Sharon menos pomposo que en años pasados, pero no por ello la vocalista pierde presencia en el escenario. El público disfrutó de un buen show en el que no faltaron temas como Paradise (What About Us?) (Ese que grabó en su día con Tarja), Stand my Ground o Mother Earth.
El plato fuerte del día para nosotros, dentro de nuestro running order particular, fue el de los británicos Def Leppard. Otro de los grupos clásicos de referencia que nunca falla, y es que soy de los que pienso que este tipo de grupos es irrepetible. Comienzo electrizante con Rocket y Animal, para hacer un repaso a sus grandes hits entre los que no podían faltar temas como Let’s get Rocked, Love Bites, Hysteria o Pour Some Sugar on me. Es un gustazo ver como se mantienen los pilares fundamentales de la banda, juntos prácticamente desde su fundación: Joe Elliot, que mantiene un alto nivel vocal, el bajista Rick Savage y ese gran batería como es Rick Allen. Mención especial para este última, pues es impresionante ver en directo como suple la falta de uno de sus miembros superiores con un dominio increíble de unos pedales especialmente adaptados. Para completar, destacar la presencia de un espectacular guitarrista como Vivian Campbell (ex miembro de Dio y Whitesnake) que ya lleva también más de 25 años con la banda.
Dentro del agotamiento final, nos dirigimos a los escenarios Temple y Altar para cumplir con el compromiso fotográfico y volver a sonidos más oscuros.
Pulsamos en otra nueva ocasión el estado de Dani Filth y los suyos, Cradle of Filth. Como en anteriores eventos, el nivel de esta banda ha ido bajando bastante con los años, con unos directos que no tienen nada que ver con las grabaciones. Aunque quizás menos que en giras anteriores, nos encontramos con un Dani Filth demasiado estridente, “chillón” (no es un vocablo muy técnico, pero creo que es el término que mejor lo describe) y un sonido no demasiado fino. Si bien faltó uno de los temas fundamentales de la banda para mí, como es From the Cradle to Enslave, sí que hubo momentos de disfrute como el de la aclamada Nymphetamine Fix, bien interpretada por Lindsay Schoolcraft a la voz femenina.
Para cerrar un largo día, las fuerzas nos dieron sólo para ver parte del show de los suecos Bloodbath. De lo que pudimos ver, muy bien sonido y juego de luces (no tanto para las fotos, pero sí para el espectáculo) con un fantástico Nick Holmes a las voces principales. La incorporación del frontman británico (Paradise Lost) ha supuesto un punto de inflexión en la carrera de estos músicos suecos, siempre marcada por los múltiples proyectos de sus principales miembros como Renkse o Nyström (Katatonia).
Hellfest – Dia 3 – Domingo
Llegamos al último día con un cansancio más que considerable. Tanto el sábado como el domingo fue habitual encontrarse a muchísimas personas tumbadas en el suelo, sobre todo buscando la sombra en los escenarios con carpas. Para este día, teníamos un perfecto combo thrashero (Slayer, Testament, Lamb of God, Anthrax, Trivium, etc) combinado con los sonidos más clásicos de Lynyrd Skynyrd o Tesla, todo ello completado por un grupo que es una auténtica joya: Tool.
Llegamos apenas para ver un par de temas de Nova Twins, un dúo londinense formado por dos jovencísimas artistas de apenas 20 años, con un rock alternativo que les ha llevado ya a girar con bandas como Prophets of Rage. Ropas llamativas y un estilo animoso que nos amenizó la primera de las colas de fotógrafos del día. Aunque no pudimos ver mucho, queda aquí la mención para tratar de visualizar algo más la escasa presencia femenina entre las bandas del festival.
Pero para cargar fuerzas a comienzo del día, descarga de tralla de la buena por parte de Municipal Waste. A pesar de que estaban recién aterrizados (según comentaron, hacía 45 minutos estaban todavía en el avión), a pesar de todo el cansancio acumulado del público tras varias jornadas y siendo las 12 de la mañana, estos americanos consiguieron mover al personal y montar un buen lío de pogos y empujones. Mucha movilidad y presencia por parte de todos los miembros del grupo, con ese Thrash Metal cañero con sus toques punk tan contundente. Energía para comenzar la mañana.
A continuación, llegaba uno de los conciertos más especiales para nuestra fotógrafa. Ni más ni menos que Tesla, banda de culto americana de ese Hard Rock de tantísima calidad que explotó por los 80.
Esta banda, homenaje al gran ingeniero Nikola Tesla (responsable de que, entre otras cosas, tengamos redes eléctricas) mantiene la formación original con un muy bien conservado Frank Hannon a la guitarra o el buen estado de forma del vocalista Jeff Keith. Gran sonido, mucha calidad a la guitarra y grandes temas como Love Song hicieron que este magnífico concierto se pasara volando. Un gustazo poder ver a una gran banda como esta, no tan habitual en el circuito festivalero, manteniendo el espíritu ochentero y haciéndonos disfrutar de los sonidos más clásicos.
Traslado ahora de los escenarios principales al escenario “carpa” Temple para ver a Cemican, una banda con una par de álbumes y unos diez años ya de formación, que se está abriendo paso poco a poco en el circuito europeo de festivales (el año anterior estuvieron ya en Wacken).
Teníamos curiosidad por ver en directo este folk mejicano, que combina heavy con música prehispánica dándole un toque de místico. Buen directo acompañado por una gran puesta en escena, con unos músicos con indumentarias e instrumentos prehispánicos en conjunción con su sonido y temática. Temas como “La que baja de las estrellas” o la instrumental “Ritual”, con performance incluida, fueron buena muestra del potencial de este grupo latinoamericano. Esperemos que sigan progresando.
Vuelta a los escenarios principales para comprobar el estado de forma de Trivium. Particularmente es una banda que me encanta, pero siempre que la he visto en directo he tenido la sensación de que no me terminan de ganar (sobre todo en la sonorización). En Hellfest no fue así y dieron un conciertazo acompañados, esta vez sí, de un gran sonido. La banda liderada por Matt Heafy se dio un baño de masas ante un abarrotado recinto. Muy buena ejecución en un show en el que repasaron especialmente su último trabajo, The Sin And The Sentence, pero en el que no se dejaron atrás temazos, como In Waves con el que cerraron el concierto, con un enorme wall of death incluido.
Con Clutch, también en los escenarios principales, volvimos a la tranquilidad y a los sonidos más sureños, con su Stoner con cierta mezcla de influencias que abarcan desde el blues hasta el punk. Mucha calidad en esta banda, con su inconfundible naranja como “color corporativo” y una buena actuación de su frontman Neil Fallon (quizás demasiado serio). Presentaron bastantes temas de su último álbum Book of Bad Decisions, pero pegaron también un buen repaso a su extensa discografía.
Los compromisos fotográficos nos llevaron de nuevo a las “carpas” con sonidos más extremos. Ni más ni menos que los neoyorquinos Immolation y ese estilo de Death Metal tan particular, con tanta distorsión y complejidad, liderado por su guitarra Robert Vigna. Muy bien concierto de los americanos en el que siguieron presentando su último trabajo, Atonement, dentro de una extensa gira.
Vuelta a los escenarios principales, momento para darnos un respiro fotográfico y disfrutar de dos grandes clásicos.
El primero de ellos, nuestros amados Anthrax que para mi gusto, dieron uno de los conciertos del festival. Mira que los he visto en numerosas ocasiones, pero en esta ocasión, estuvieron soberbios, sobre todo liderados por un simpatiquísimo Joey Belladona que no dejó de interaccionar con el público y las cámaras.
Con sólo el comienzo del concierto se metieron al público en el bolsillo: esos riff the guitarras de Pantera por parte de Scot Ian para dar paso a “Caught in a Mosh” y un “Got the Time” con ese ritmazo magistralmente ejecutado, como siempre, por Frank Bello. Esta vez no hubo “I am the man”, pero no faltaron temas como “I am the Law”, “In the end”, “Antisocial” o “Indians” para redondear un bolazo de uno de esos grupos clásicos que nunca falla.
Uno de los últimos platos fuertes de la jornada para nosotros, fue el de las leyendas del rock sureño Lynyrd Skynyrd. Concierto muy emotivo, y es que la larguísima trayectoria por la que han pasado numerosos músicos, muchos de ellos fallecidos (especialmente trágico el accidente de avión del 77) hace que gran parte de sus conciertos en directo se hayan convertido en un auténtico homenaje a los ausentes. Numerosos músicos sobre el escenario, incluyendo coristas, pianista, varias guitarras, etc liderados por un buen Johny Van Zant y su viejo pañuelo (hermano del malogrado Ronnie) mostraron por qué esta banda es probablemente el mayor referente del rock sureño. Destacar “Simple man”, y sus proyecciones de fotos antiguas que dejaron a todos embobados; por supuesto la conocidísima y coreada “Sweet Home Alabama” pero especialmente “Free Bird”. Esta canción la utilizan como cierre, tras una alargada pausa que provocó incluso desbandada de público, en una versión más que extendida acompañada de videos y proyecciones. Si ya de por sí es un tema que pone los vellos de punta, escuchar las dos frases iniciales de este tema, y esa respuesta de “Yes Sir” (foto incluida), al “Would you still remember me?”, además de ver el “árbol genealógico” del grupo, con velas que se apagan, es algo realmente emotivo. Conciertazo de los que bien merecen la asistencia a un festival como este.
Ya reventados, no dimos para más, y fuimos a descansar para la traca final, que no fue ni más ni menos que la visita a Hellfest de los míticos “Tool”. Este grupo despierta siempre muchísima expectación y eso se notaba… último día, último grupo y recinto abarrotado. Muy en línea con su forma de entender la música, prescindieron de las cámaras para utilizar las pantallas como parte de su grandísimo espectáculo audiovisual. Sonido perfecto y unos musicazos en el escenario, acompañados por un cantante, con su particular look, que en muchas ocasiones quedaba en segundo plano. Temazo tras temazo (Parabola, Schism, Vicarious o Stinkfist por nombrar alguno) Tool fue el broche de oro a un auténtico festivalazo.
Si bien Hellfest tuvo en Manowar a su principal borrón, hay que decir que tampoco se les echó demasiado de menos visto el nivelazo del evento y el ambientazo que reina en este festival.
Volveremos sin duda alguna.
- Crónica y fotos: Delma Domingo y Manuel Reyes
Sin comentarios