Desembarco escandinavo en Madrid este sábado, con la visita de la gira del cuarteto de grupos suecos en la Sala La Riviera de Madrid. Los In Flames volvían a la Sala La Riviera encabezando un cuarteto de grupos suecos que conforman una gira con la que van a recorrer Europa.
Junto a los In Flames pudimos ver dos grandes bandas emergentes como Orbit Culture e Imminence, junto a los ya conocidos y habituales por nuestros escenarios At The Gates.
Desde nuestra llegada a los aledaños de La Riviera ya se veía ambiente en los bares de alrededor, la mejor señal para darnos cuenta que el concierto tendría la afluencia merecida como así fue, rozando el lleno y el gran ambiente que debe vivirse en este tipo de eventos.
Muy puntuales y a la hora marcada, salían al escenario los suecos Orbit Culture. Una banda que se define de Death Melódico, pero con mucha contundencia.
Un escenario casi a oscuras, con media sala cubierta de público y tres baterías ocupando un escenario que dejaba poco espacio a los músicos para moverse.
Poco les preocupó a los suecos Orbit Culture, que salieron con ganas de agradar a golpe de poderosos riffs de guitarra y una base rítmica demoledora. Además, Orbit Culture tiene seguidores en Madrid, que jalearon desde su arranque su show. Pudimos escuchar su actual último single “Vultures of North”, con un pequeño juego de luces, gran sonido y el cantante y guitarrista Niklas Karlsson desgañitándose para convencer al público. Niklas fue alternando las posiciones y los micrófonos donde cantaba, con un poco habitual cambio de posiciones de los músicos en el escenario.
No venían a hacer prisioneros y querían aprovechar la media hora que tenía Orbit Culture. Escuchamos canciones como “North Star of Nija” o “Strangler” con partes más melódicas.
En la media hora que actuaron ganaron fans en Madrid y consiguieron calentar el ambiente. Obtuvieron la aprobación general de un público deseoso de Metal escandinavo. Orbit Culture un grupo a seguir.
Desaparecía una de las baterías del escenario y los técnicos se apresuraban a preparar todo para la salida de los también suecos Imminence, una banda que viene de Malmoe con un sonido más actual de Metalcore, pero donde incorpora el sonido del violín que les hace más variados.
Con un escueto “Hola Madrid” se presentaba Imminence, en boca de su cantante y violinista Eddie Berg, que era el encargado de arrancar su show tras la acostumbrada intro.
El quinteto sueco salió al escenario con ganas, usando las plataformas, columnas de humo muy presentes en su show, algo más de iluminación que Orbit Culture y un gran sonido, facilitaron el resultado final de su concierto.
Sobre una base Metalcore, Imminence son capaces de crear canciones con fuerza, bien estructuradas, con fuerza en sus estribillos, mucha intensidad y el adorno del violín de Eddie Berg, que pone la nota original y clásica.
Un set list basado principalmente en las canciones del hasta ahora último disco “Heaven Is Hiding”, que publicaron en 2021, con canciones como la intensa “Ghost”, “Chasing Shadows” donde presentó a sus compañeros y aprovecho para dar prueba de su calidad musical con el violín para dar paso a la siguiente canción “Paralyze”, donde Eddie bajó al foso a cantar junto al público madrileño.
Un show que gustó de una banda con un estilo diferente, pero que muestra que el agua de Suecia tiene algo especial, para que nazcan más y mejores grupos de Metal. Gustaron bastante y como el resto de bandas fueron despedidos con mucho calor.
Otra batería que se iba del escenario y solo quedaba al frente y en el centro del escenario, la de At The Gates. Estos momentos son aprovechados para tomar algo, charlar con gente que hace tiempo que no ves y que nos encontramos, un poco de relax entre grupos viene muy bien. La espera se hizo corta, hasta que empezó a sonar la intro para que comenzaran a salir uno a uno los músicos de At The Gates, con el batería Adrián Erlandsson a la cabeza, muy contento y siempre interactuando con los fans. No había tiempo para fotos y los de Tomas Lindberg venían a lo que venían, a dar caña y mover al público madrileño para preparar la salida de In Flames.
El single de su último disco “Spectre of Extinction” era la primera canción en sonar. Ya se veía que la iluminación había crecido en efectivos y juego, el sonido seguía siendo muy bueno como con todos los grupos. At The Gates nos ofrecía el sonido más clásico de la noche, con Tomas Lindberg recorriendo el escenario de lado a lado constantemente. Sus compañeros, los guitarristas Martin Larsson y Jonas Stålhammar, el bajista Jonas Björler, más centrados en la parte musical.
Pero como suele pasar en este tipo de concierto, los temas clásicos son los que levantan por completo al personal, como fue con At The Gates. Los primeros acordes de su clásico “Slaughter Of The Soul” y ya teníamos a Tomas Lindberg pidiendo infructuosamente circle pit. Solo algunos surfeos y tímidos pogos, pero el público no se mostró muy activo en esta ocasión ante la demanda de los músicos.
Otro ataque sonoro con “At War With Reality” con alborozo general, todo más rápido y dinámico, sin muchos artificios, con un sonido de la vieja escuela que tantos seguidores tiene en el mundo del Metal y que en Madrid fue muy bien acogido. Se sucedían las canciones clásicas “To Drink From the Night Itself” o su tema “Cold”, como presentó Tomas de su clásico disco de 1995 “Slaughter Of The Soul”. Momento para que cantase el público o interactuase con sus palmas antes clásicos como “Under A Serpent Sun” o “Death and the Labyrinth”, con petición de un walk of Death y con un resultado musical muy bueno. No podía faltar su clásico “Blinded By Fear” bien recibido.
No defraudan los At The Gates en directo. Un show corto en Madrid, pero intenso con algunos de sus grandes clásicos y mostrando porque fueron uno de los grupos pioneros de un género musical que ha creado escuela a lo largo de los años. Se nos hizo muy corto, pero cumplieron con creces con su papel.
Se retiraban del frente las baterías y se quitaban las telas que dejaban ver sobre las tarimas los teclados y la enorme batería que llevan In Flames para su show.
Los de Goteborg volvían a la Sala La Riviera, con una nueva gira y con aires renovados. Una formación “nueva”, ya asentada por el paso de los años, pero donde seguimos viendo al frente al guitarrista Björn Gelotte y al cantante Anders Fridén, con los que hemos crecido muchos.
Antes de arrancar, gritos de ánimo a In Flames, frecuentes durante su show y una espera que tuvo su recompensa al apagarse las luces y el sonido de una guitarra acústica que nos traía de lleno a “The Great Deceiver”, la primera canción que iban a interpretar los suecos. Un sonido espectacular, la propia iluminación de In Flames en cuatro columnas en los laterales del escenario, con muchas luces claras durante todo el show y mucho dinamismo y simpatía en todo momento desde el escenario. Lo tenían fácil In Flames, con un público muy receptivo a su propuesta y el propio Anders Fridén lo transmitió desde el escenario, agradeciendo el calor del público madrileños y reconociendo que hasta el momento había sido el mejor show de la gira, a la que aún le quedan algunas fechas.
Un set list variado, donde recorrían buena parte de su discografía, con más peso relativo de su álbum “Clayman” y sus Eps, pero sin olvidarse de clásicos que siempre levantan al personal. Los temas como “Pinball Map” fueron bien acogidos, con la gente cantando el estribillo, pero cuando suenan los primeros acordes de “Cloud Connected”, la ovación es generalizada, con la gente entregada a los suecos y el éxito está asegurado.
La voz de Anders Fridén mucho mejor que en otras ocasiones y volvía a ser el frontman que tantas noches nos cautivó durante sus shows. Björn Gelotte comparte momento de brillantez con su compañero guitarrista Chris Broderick, un gran fichaje y activo para la banda, con su clase y presencia sobre el escenario. Ambos tuvieron momentos de lucimiento como en “The Nice Place”.
Otro clásico “The Hive” que sigue sonando brutal 25 años después con un solo genial de Björn Gelotte.
Cuando la gente interrumpe con sus gritos de ánimo a los artistas, es señal de gran aprobación y que está gustando el show, como paso en al menos dos ocasiones en La Riviera, con la satisfacción de los músicos.
Escuchamos la más actual “Foregone Pt. 1”, algo más densa y contundente, pero igualmente bien recibida y con un sonido que seguía siendo brutal. Hay pocos momentos de tregua con la sucesión de temas, pero cuando llega “The Mirror’s Truth”, vuelve la locura de la gente, “I Am Above”, donde canta la sala, hay surfeos, nerviosismo del personal de seguridad, la cosa marcha… Prometen volver y nosotros lo esperamos.
“Let Me Put My Love Into You” de AC/DC sonando por los altavoces, señal que el show ha terminado. En definitiva, In Flames ofrecieron un show intenso, brutal, bien ejecutado, con medios, mejorado y muy corto, al estilo escandinavo. Queremos más.
Con el show de In Flames pusimos fin a una intensa tarde noche de Metal escandinavo, que sigue con mucha fuerza y son una de las referencias musicales del género en la actualidad.
- Crónica: javier@metaltrip.com
- Fotos: gema@metaltrip.com
1 comentario
José Manuel Quesada
Eso de que “Clayman” es su último trabajo es de broma, ¿no? Decir que “Pinball Map es un tema nuevo suena a cachondeo. Y que no comente en la crónica la que se montó con “Only for the weak” es de auténtica traca.