La represión en Rusia no cesa de dar noticias poco agradables y sin sentido. Tras la polémica ley contra la promoción de eventos o propagandismo relacionado con el mundo Gay, ahora atacan a la música.
Las víctimas en esta ocasión son los suecos Sabaton, que se enfrentan a un movimiento de varias organizaciones y representantes políticos, que intentan prohibir los conciertos de Sabaton en Rusia, acusándoles de nazismo, queriendo evitar el concierto que se realizaría en el 70 aniversario de la batalla de Estalingrado.
Este es el comunicado de la banda:
«Esta gente cree que vamos a profanar la bandera rusa durente nuestro concierto, algo que jamás hemos echo ni haremos, y con esta excusa están tratando de prohibir Sabaton en toda Rusia. Sabemos que el pueblo ruso es más inteligente que todo esto y confiamos en que la razón nos permita tocar en un evento histórico tan honorable, honrando a los soldados soviéticos que lucharon por la libertad».
Los políticos que se metan donde deben, y no con la música, que bastante nos quitan para que encima se quieran cargar actuaciones por paranoias políticas.
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