Para muchos el fin de semana empieza el jueves, y que mejor manera de iniciarlo que con un buen concierto. El lugar elegido era la sala Copérnico de Madrid, la hora las 20:30 y los grupos Kadavar y The Picture Books. Un plan que valió mucho la pena, y un concierto lleno hasta la bandera, algo que no es habitual últimamente.
The Picturebooks
Al escenario salían dos, pero aquello sonó como una orquesta entera, y esa fue la carta de presentación de The Picture Books. Es impresionante lo que se puede hacer con calidad y creatividad, con los simples ingredientes de dos instrumentos, una voz y mucha energía. Su concierto fue un derroche de energía que salía por todos los poros, una dosis de adrenalina personificada en el batería e hilada en la guitarra y voz del frontman. Bueno, frontman, no había esa diferenciación, pues la batería y el guitarrista/ vocalista compartían protagonismo.
El batería era el hombre orquesta, pues no sólo tocaba una batería sin platillos ni charles, sino que iba combinando baquetas. Durante “Woman”, usaba una baqueta en una mano y una pandereta alargada en la otra, con la que a la vez tocaba la batería. Apunte aparte, el show que daba sobre el escenario era impresionante, apaleando sin compasión a la batería, con una energía que se te metía en el cuerpo y encendía cada rincón de tu sistema nervioso.
Su sonido se movía entre el Rock más sureño y la psicodelia de los sesenta, con un total protagonismo para la batería, que marcaba los tiempos y la potencia del concierto. La verdad es que les había echado una escucha antes del concierto, y me parecieron sosos, pero en directo ganan y mucho. El desenfreno con el que tocan y la vitalidad que exponen es contagiosa, y su concierto fue una grata sorpresa. La sala no estaba todavía llena, pero disfrutaron de una buena audiencia que iba en aumento.
El final después de casi una hora de concierto, llegó con “Your Kisses Burn Like Fire”, un auténtico cañonazo, profunda, desgarrada y directa, con la batería haciendo temblar el suelo de la sala, y poniendo punto y seguido a la noche, ya con la sala totalmente llena, es un placer ver que de vez en cuando el público responde. Se despidieron con una oleada de aplausos y vítores, pues habían sorprendido y convencido, con un concierto muy efectivo, sin muchos alardes pero de sonido nítido y enérgico.
El setlist de The Picturebooks fue:
- Intro
- PCH Diamond
- Hide
- Woman (Tears of Gold)
- Lear It The Hard Way
- Hail These Words
- These Bridges I Must Burn
- E.L.I.Z.A.B.E.T.H.
- All of My Life
- The Rabbit and The Wolf
- Your Kisses Burn Like Fire
Kadavar
Hay conciertos, hay buenos conciertos, hay geniales conciertos, y luego, cinco escalones por encima, están los conciertos que da Kadavar. Segunda vez que los veía este año, tras la sorpresa que me llevé con ellos en el Metaldays de este pasado verano. La expectación que crearon en la sala cuando salieron al escenario dio cuenta de que nos son un grupo desconocido para el público madrileño, pues ya han estado en nuestro país en otras ocasiones, y está claro que tienen una legión de fans incondicionales en la capital, entre los que me incluyo.
Arrancaron con “Liquid Deam”, y desde el minuto uno puso su impronta sobre el público. Potencia, calidad, introspección musical, los años sesenta hechos Stoner, una master class de batería, el ritmo trepidante del bajo, riffs profundos y el extasis que había en el ambiente. Por ponerle una pega a su actuación, la voz sonó muy dispar durante todo el concierto, pero compensada por la genialidad de su sonido, que navega en varios estilos. Por momentos te recuerdan a los primeros discos de Black Sabbath, pero con matices que se acercan a Janis Joplin, una delicia para los oídos.
“Doomsday Machine” fue el punto de inflexión con el respetable, que no dio tregua durante el tiempo que estuvieron sobre las tablas. Respondieron con movimientos espídicos de cabeza y bailes por doquier a la potencia de la banda. El batería es un maestro, cada miembro de su cuerpo se mueve a un ritmo diferente, sacando no sólo el ritmo del instrumento, sino que también convirtiendo la percusión en el río sobre el que fluye el sonido del grupo.
El sonido más sesentero llegó con la versión que hicieron de Aqua Nebula Oscillator, del tema “Broken Wings”, que transportó a la sala a tiempos de Woodstock, pero el verdadero, no el intento fallido de la era moderna. Sonó genial, así de simple, como todo el concierto. Son un grupo que sientan cátedra, que se meten en ese rincón de la mente que busca la excelencia, te atrapan y te transportan a otras épocas, extrayendo de tu mente el placer auditivo.
La noche transcurría, con el grupo poco comunicativo, pendiente de salir a hacer lo que mejor saben, sin maquillaje, pero si pausa ni relajación. Era el momento de “Come Back Life”, que tiene uno de los riffs más representativos del grupo. Tema muy festivo que levantó a la gente, una constante durante la noche.
Se iba acercando el final de su actuación, y las sensaciones eran que queríamos más, pero todo lo bueno llega a su final, como se suele decir. Tras “Purple Sage”, se fueron del escenario durante unos breves minutos, para volver con dos de sus grandes éxitos. La potente “Goddess of Dawn” es escuela Balck Sabbath, es sonido Iommi total. Dejaron el suelo del escenario chorreando de sudor, acabando con las energías que quedasen con ese temazo que les ha levado al lugar que ocupan, “All Our Thoughts”, que cerró una noche que se puede catalogar de épica sin ningún tapujo. De estos conciertos sales exultante, con la música metida en tus entrañas y con la certeza de que la música es vida.
El selist de Kadavar fue:
- Liquid Dream
- Living in Your Head
- Doomsday Machine
- Into The Night
- Eye of the Storm
- Broken Wings (Aqua Nebula Oscillator cover)
- Black Sun
- Forgotten Past
- Black Snake
- Come Back Life
- Creature of the Demon
- Purple Sage
- Goddess of Dawn
- All Our Thoughts
- Fotos y crónica: yalinku@metaltrip.com
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