Este fin de semana, como ya os hemos anticipado en la sección de «Viajes Organizados», nos hemos acercado a un festival que es digamos la continuación del iniciado el año pasado en una zona preciosa de Euskadi, más concretamente en lo alto de un monte llamado Kobeta y que ha sido bautizado como el Festival Kobetasonik, he aquí lo que hemos vivido en este 2º día de Festival.
El festival lo ha organizado la promotora «Last Tour International» y que nos ha deleitado en menos de un mes con dos festivales, el referido Kobetasonik y el Electric Weekend Festival de Getafe que ya os hemos comentado en post anteriores. Es de resaltar la labor de estos chicos que han hecho que podamos ver a Metallica, Kiss, Judas, Dio, etc lo cual se lo agradecemos ya que de no ser así, las giras de estos grupos hubieran pasado de largo y nos hubiéramos quedado como en tantas y tantas ocasiones, sin verlos. Nosotros estamos agradecidos pero también ellos deben estarlo a los miles de fans que han movido y que han hecho de los dos festivales dos acontecimientos con una afluencia de público que hacía mucho que no se veía por este territorio.
El lugar del concierto (Kobetamendi = el monte Kobeta en euskera), está situado al lado de Bilbao, desde donde se ven unas impresionantes vistas de la ciudad, las actuaciones se realizan en la cima del monte y no se puede acceder por vehículo privado por las características del terreno. La organización ha puesto autobuses gratuitos desde dos zonas de Bilbao que iban y venían recogiendo gente de abajo arriba y al revés, y que sobre todo a la salida del concierto se mostraron insuficientes y se formaron grandes colas. La zona de acampada estaba justo al lado del recinto y según lo que nos han comentado, estaba bien pero había muy pocas duchas y la cola era de aquella manera. Los heavys somos muy así, tenemos mala pinta pero nos gusta al 90% ducharnos por la mañanita o sea que señores de Last Tour, tomen nota para el año que viene que seguro que hay festi. Recinto grande, con mercadillo, zona VIP que como en el Electric estaba más vacía que mi cartera después del verano y muchas zonas en alto desde la que se veía bastante bien los dos escenarios. Otro toque de atención para los organizadores son los elevadísimos precios de la bebida (8 EUR un katxi de kalimotxo o birrote) y 4,50 EUR un incomible bocata. Un robo – por cierto el bocata tiene el gran honor de ser el peor que me he papeado en mi vida y me he comido unos cuantos. Otros elevadísimos precios, como viene siendo habitual, son los del merchandising – por cierto, se vendían camisetas sobrantes del Electric a 8 Euros. Me imagino el careto de alegría de muchos asistentes al Electric que pillaron la susodicha camisetita a creo recordar 15/20 Eur y que la vean 20 días más tarde a menos de la mitad. Tiene que sentar fenomenal. Yo soy de la opinión que como está el patio, te sale más barato vestirte de Dior o de Dolce y Gabanna que ir de heavy por la vida. Quieras que no será muy bonita y molan pero es una camiseta de algodón pagada como si fuera seda exclusiva, luego no quieren que pillemos piratas, en fin, ahí queda dicho.
Acabábamos de ver a los americanos Tesla en el Sweden hacía dos semanas y repetíamos la experiencia. Bastante años sin verles y llevo 4 conciertos en unos pocos meses. No he salido decepcionada en absoluto de ninguno. Han hecho con muy pocas variaciones el mismo show en Madrid, Inglaterra, Suecia y ahora en Euskadi. Más lento quizá su repertorio y más bluesero que la fecha de Madrid pero igual de bueno. Les noté muy compenetrados, muy profesionales y con muchas tablas y ganas de dar caña. No faltaron sus temas más conocidos y su conocidísima Love Son o Signs, cantada como siempre por todo el público. Yo sigo diciendo que Signs me recuerda muchísimo cantando a Steven Tyler de Aerosmith, con su voz desgarrada. La verdad es que estos tíos lo hacen fenomenal, siempre es un placer verles. Muy bien. Tocaron en el escenario pequeño y pudieron conectar muy bien con el público que se lo pasó en general muy bien con éllos.
Luego a correr, para no variar hago más deporte en los Festivales que todo el año, al otro escenario grande para ver a una de las muchas estrellas de la noche, Michael Schenker Group. Este hombre es un crack, toca genial, tiene muchísimas tablas y sabe dar a los fans lo que quieren, Heavy Metal bien tocado. No vino sólo a cumplir, se lo curró de verdad y disfrutamos como siempre con el «Doctor Doctor» y demás temas míticos. Estuvo muy bien, a ver si gira con Scorpions como en Wacken hace dos años y nos da un pasmo, está bastante en forma. Ya no lleva esas pintas de turista accidental con zapatillas de playa y calcetines blancos que me gastaba hace unos años. Es un placer volver a verle actuar con Gary Burden, que lo hizo genial.
Después de Michael Schenker, había que irse al escenario pequeño para ver a unos que por poco se caen del cartelazo, los suecos Europe – la razón es que según nos comentaron en Suecia, John Norum ha perdido a su esposa hace muy poquito y el hombre lógicamente no tiene muchas ganas de nada pero a pesar de todo, salieron y se quedaron con todo el personal, sobre todo femenino. Joey Tempest conserva bastante bien su voz y su aspecto. John Norum tocó muy bien y nos hicieron saltar con el «Rock The Night», nos pusieron tiernos con «Carrie» (por cierto, miles de móviles en el aire), etc. No os ponemos con qué tema terminaron pero es el del tararíro, tariroriiiii, tararirooooo, seguro que ya sabéis cuál es. — muy bien, bingo para el caballero.
Luego lo que más me gustó de toda la noche; DIO, con mayúsculas y con todos mis respetos. Este hombrecillo pequeño de estatura es de lo que no existe. Yo creo que es el que mejor se conserva físicamente de todos los front-man de la quinta y posteriores que hay pululando por ahí. Cómo canta, es un regalo del cielo, señor. DIO es la confirmación que un señor bajito, pequeñajo, feo como un demonio y andando de puntillas con tacones puede llenar con su sola presencia el escenario más grande que haya en el mundo. Empezó fuerte con Holy Diver y siguió variando un pelín su repertorio para hacerme muy feliz. Me quitó mi favorita de Rainbow, la maravillosa «Stargazer» para incluirme el tema que creía que me iba a quedar sin escuchar en directo, el «Kill the King» del Rainbow on Stage. Me dio un patatús, fue para mi el momento de la noche. También tocó «Sacred Heart» que años ha que no tocaba, una pasada – lo que me hartó fue el solo coñazo de Simon Wright que de verdad, que ya sabemos que todos tocáis muy bien pero me voy a hacer una camiseta que ponga «Solos en los festivales NO, gracias» porque de verdad, me parecen un castigo y un corta rollos. DIO sí, solos no. Muy bien.
Como los festis es un sin vivir, sin comer y sin ná de ná porque no tienes tiempo, corriendo otra vez para ver a Blind Guardian. Estos alemanes se marcaron un conciertazo muy aceptable, muy bueno diría yo pero con una respuesta muy fría por parte del público cosa rara porque siempre ha habido miles de personas en sus conciertos pero lo mismo las ganas de ver a KISS hicieron que muchos prefirieron estar agarrados como lapas a la otra valla que ver a los alemanes, que por otra parte les sigo viendo tan frios como siempre.
Otra vez a correr al escenario principal, y aqui venía el plato fuerte de la noche, los KISS, que me dejaron ni fu, ni fa. Musicalmente no han sido nunca de mis preferidos, el espectáculo es la caña, y la verdad que son de los grupos que hay que ver de vez en cuando, pero no creo que Kiss en España sea un grupo tan querido como pueden ser Judas, Maiden o Metallica. Los veo un grupo muy americano, que dominan a la perfección los tiempos del concierto, con constantes guiños a la galeria, pero a mi lo que me vale es la música, y como a la mayoria, por lo que se vió, hasta que no llegan los temas conocidos por todos, poco hay. Ahora los veremos en el Graspop y espero que cambien mi opinion sobre ellos.
By: rocio@metaltrip.com / www.metaltrip.com
Fotos: Dani
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