Celebrar 40 años de carrera no es algo de lo que todas las bandas puedan presumir. Y aún más importante, en el magnífico estado de forma en el que Leize ha llegado.
Puntualmente, a las 19:00 horas se abrieron las puertas de la fantástica sala Revi Live de Madrid para acoger una velada de rock y metal urbano, a cargo de tres formaciones que nos mostraron muy diferentes formas de interpretar ese estilo. La expectación y el interés hicieron que se vendieran todas las entradas puestas a la venta. Es una pena que el aforo de la sala siga limitado porque, sin duda, es una de las mejores salas de Madrid.
A las 19:30 horas, la primera banda Haches subía al escenario para hacernos disfrutar de su directo. Si habéis escuchado sus discos, divertidos y disfrutables, solo puedo decir que su directo es muy superior. Ganan enteros de forma exponencial; se entregan por completo. Aunque esto es algo que podría repetir para los tres grupos, que lo dieron todo por complacer a un público ya por sí entregado.
Comenzaron con “Sin molestar” y “El café” y durante su descarga, interpretaron temas de sus dos discos, como “Mi camino”, “Tu lugar” o “Las mentiras”. Tuvieron el bonito detalle de regalar revistas que incluían su primer cd e, incluso, hubo tiempo para la emotividad en la figura de homenaje al recordado Rober de Porretas con el tema “Aún arde Hortaleza”, que los asistentes corearon y disfrutaron. Cerraron con una buena versión de “Hay poco rock&roll” de Platero y tú, calentando el ambiente, para poner el primer punto y seguido de esta noche, dando paso a Kolectivo Suicida tras, aproximadamente, una hora de concierto.
Tras los pertinentes minutos de pausa mientras se organizaba el escenario para la siguiente banda, sobre las 20:45 horas aparecieron sobre las tablas los miembros de Kolectivo Suicida, que también celebraba su 25 aniversario. Qué forma de comenzar un concierto. Con “Bienvenidos” y “Tras el muro”, entraron con todo. De hecho, quizá gran parte de los asistentes no estaban preparados para lo que se les venía encima. La banda dio buena muestra de su metal urbano, mucho más contundente y cañero que lo que habíamos visto con Haches y a lo que nos tiene acostumbrado Leize. Y eso fue algo que, posiblemente, jugó en su contra. Su concierto fue bueno, lo dieron todo, nada que criticar porque sería injusto pero, desgraciadamente, no lograron conectar completamente con gran parte de la audiencia. Interpretaron temas de su discografía como “Sale el sol”, “No quiero ser” o “Sonrisa”, para finalizar con “Revolución” y “Vacío”. Una pena que el público se mantuviera algo más frío porque su concierto, insisto, fue bueno, pero quizá su música no era del estilo de los asistentes.
Con algo de retraso sobre el horario inicialmente previsto, a las 22:00 horas, el plato fuerte de la noche. Leize volvía a Madrid, pasados un par de años desde su anterior visita, para celebrar su 40 aniversario. Y contrastando con lo que mencionaba en el caso anterior, aquí y como era de esperar, el público estaba ganado desde antes de empezar, por lo que la descarga fue como se dice popularmente “sobre ruedas”.
Comenzando con “Un paso más” y continuando con “Cómo duele” y “La rueda”, Leize entraba en escena como un ciclón. La experiencia de la banda se hace notar con la tranquilidad que interpretan todos y cada uno de sus himnos. Están absolutamente relajados sobre las tablas, su hábitat natural. Y lo más importante, les gusta lo que hacen, siguen disfrutando de ello.
Todos tenemos en mente a otras formaciones que simplemente cumplen para hacer caja y eso el público lo nota. Con Leize eso no pasa. Se divierten tanto o más que su público y muestran una gran relación entre todos los componentes. Desde abajo dan la transmiten la sensación de que son un grupo de amigos que siguen tan ilusionados como el primer día de poder estar subidos a un escenario frente a sus seguidores. Y eso es algo digno de agradecer, porque sus conciertos siempre se convierten en una fiesta.
Entre los temas interpretados, alternaron temas más recientes como “Mi lugar”, “No me da la gana” o “Ya lo sé”, con clásicos que ya son himnos y que no pueden faltar tales como “Soñador”, “Volveré a salir” y “Acosándome”. En ningún momento hubo altibajos en el ánimo del público, como tantas veces sucede en conciertos de bandas con tantos años de trayectoria, cuando interpretan canciones de sus últimos trabajos. Con Leize eso no pasa. Sus seguidores conocen, cantan y disfrutan todos y cada uno de los temas, desde el más moderno al más clásico.
Continuaron hacia el ecuador del concierto, “Beso frío”, “Flores para ti” que contó con la colaboración de Carlos Pina, o “Imparable”.
Ya hacia el final, pusieron la sala “patas arriba” con el clásico “Buscando, mirando” y “Devorando las calles”, para, posteriormente, con “Como arena” salir brevemente del escenario para volver con los ya tradicionales bises que, en esta ocasión, fueron “Sin sitio” y el himno “Futuro para mí” para ya sí, tras dos horas de concierto, poner el punto y final a una gran noche de rock y metal urbano y demostrar que Leize sigue en un fabuloso estado de forma, que sigue disfrutando como el primer día y, esperemos, podamos celebrar los 50 años de carrera con ellos. Ganas a ellos, visto lo visto, seguro que no les faltan.
Gracias, como siempre, a la gente de InterTour Music Agency y al personal de la sala Revi Live por las facilidades. Es un auténtico placer cuando valoran el trabajo de los medios que allí nos dimos cita.
Crónica y fotos: Daniel Arriero
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