Los grandes acontecimientos marcan un antes y un después en la historia. Esa historia puede ser: de una persona, de una comunidad, de una ciudad, etc; no tiene porqué ser de una gran batalla o nación como las que aprendemos en el instituto. A la ciudad de Reus volvía uno de sus hijos más extrañados: el Reus Metallfest. Por varias razones la tercera edición no pudo celebrarse antes pero eso ya no importaba, volvía para estar durante 2 días al más puro estilo de la provincia.
Bandas pequeñas, medianas, grandes, novatos o con más experiencia, de la provincia de Tarragona o de fuera; todos tenían su lugar en el evento. Tras seguir con mis propios ojos el duro trabajo por parte de la organización, llegó el día de comprobar si todo ello había merecido la pena o se iba a quedar en el cajón de los desastres. Por ello abandoné la siempre ruidosa Barcelona y me fui a la siempre acogedora Reus.
El evento comenzó con un ligero retraso en la apertura de puertas contrarrestado con una puntualidad suiza en la salida del primer grupo al escenario. Los jovencísimos Kruip Dood mostraron nervios, pero su misma vez control sobre ellos, en su primer concierto como banda. Con su black/death metal apuntan maneras (especialmente el gutural de su cantante David López, la sobresaliente técnica a la batería de Nil Rom y la elaboración de temas como “Church On Fire”) y espero verles dentro de unos años con mucho más rodaje como banda en sus espaldas.
Tras un breve cambio, los miembros de Hobo salieron con su energía descomunal. Su cantante Frankie Melero fue el motor que movió a la banda y al público con buenas dosis de hard rock/heavy metal con temas como “Hobo Song”. Corto pero intenso concierto el de los de Salou, recordad que podremos verlos junto a Astral Doors el mes de enero en Barcelona.
Desgraciadamente me surgió un imprevisto y tuve que abandonar el recinto sin posibilidad de volver. Mis más sinceras disculpas a Our Omega, White Raven, Inmoonere, Döria y Hyde Abbey por no haber estado en vuestros conciertos, espero veros lo más pronto posible a cada una de vosotros.
Tras solucionar todo, me embarque en la segunda jornada del festival. Pude empezar con ella desde buena mañana con las actividades culturales que había programado la organización.
Llegó la hora de los conciertos y puntualmente salieron a escena Bleeding Darkness junto a una energía descomunal, especialmente por parte de su cantante cuya maestría y presencia sobre el escenario hicieron de él un perfecto maestro de ceremonias, especialmente en temas como “Hold Back The Day” de Devildriver. Dejaron el listón alto, pero más arriba lo dejarían los locales Wargaz y su particular death metal melódico, recordándome en más de una ocasión al practicado por Insomium. Temas oscuros como “Tears Of Resistance”, con una perfecta ejecución vocal de su frontman Alguer, me dejaron con ganas de escuchar su próximo y primer cd; lástima que no les quedaran eps de presentación en el puesto de merch, sino se hubiese venido uno conmigo.
No había tiempo para descansar: la dosis extrema continuaba con Breaking Silence. Jóvenes y con ganas, salieron a comerse el escenario de una forma un tanto descafeinada en comparación a sus predecesores. Tal vez fue porque me esperaba mucho más de ellos o porque Carles (su cantante) estaba enfermo y por ello no pudieron emplearse como era debido. No fue mal concierto, pero estoy convencido de que pueden hacerlo mucho mejor y espero verles en el futuro con su “Alcoholic Messiah”.
No había tiempo para pensar más en lo ocurrido, los maestros Laments of Silence subían al escenario. La experiencia de la banda, los grandes temas de su gran disco “Restart Your Mind” junto al nuevo single “Dying Inside” y la vuelta de Edu a las voces se encargaron de dar la energía al show de la banda. Todo ello no puede ser mejor síntoma para una banda que ha nacido para comerse los escenarios de cualquier rincón de Europa. Tras ellos, una de las bandas más queridas de la provincia se disponía a subirse al escenario; los thrashers Exekution dieron un grato espectáculo, fue una pena que quedara un tanto deslucido por los problemas técnicos de su guitarrista Álvaro. Pero su simpático frontman Gabi y la gran fiesta de “Zombie Bukake” hicieron que la banda se pudiera mostrar tal y como son y por ello pudieran despedirse por todo lo alto.
El plato principal de la noche estaba a punto de llegar, los catalanes Crisix se preparaban en backstage para descargar una y personal gran dosis de thrash. El cada vez menos nuevo bajista, Dani Ramis, ya es uno más en una banda que cada día suena más compacta. Temas como “Electric Possesion” o “l.f.y.y.” se ejecutaron con más potencia que de costumbre, tanto que la luz de la sala se fue ante semejante descarga. Hubo tiempo para que Juli enamorara al público, para que presentaran un tema nuevo de su próximo trabajo y, para acabar por todo lo alto, derrumbaran la sala con la clásica “Ultra Thrash”.
La noche ya llegaba a su fin y con un ligero retraso que afectaría de pleno a su setlist, Dawn Of The Maya salieron a darlo todo con su metalcore ante un público que tenía ganas de dejarse todo en temas como “Purified In Blood”. Una pena que el recorte del setlist desluciera la actuación y tuvieran que volver antes al vestuario, sino hubiésemos estado ante un perfecto final de fiesta.
Reus ha recuperado a uno de sus hijos que nunca se tendría que haber ido de casa. Ambas noches fueron un éxito para las bandas y el público, pero especialmente para la escena que tanto Castellhell como la Rosa Metàl.lica defienden y promueven. Espero poder volver a una cuarta edición lo más pronto posible, en donde se den las oportunidades necesarias sin depender del nombre ni de la experiencia de la banda como lo vivido en la tercera.
- Crónica: alex@metaltrip.com
- Fotos: Mirko Granado
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