Noche muy especial en Madrid, en la sala But, con Vita Imana cerrando gira del magnífico “Oceanidae”, acompañados por unos Overdry que han estado a la altura del cartel siempre. Aunque a la apertura de puertas no había demasiada gente, los fieles ahí estaban, agolpados a las puertas, mientras los simpáticos de seguridad organizaban al personal, bajo las órdenes de una chica bronceada artificialmente y que no sabía donde se estaba moviendo, el personal iba llegando y la expectación crecía.
Overdry
La apertura de la velada corría a cuenta de los jerezanos Overdry que venían dispuestos a hacer temblar al personal defendiendo su último disco “Gólem”. Como primer dato curioso y admirable, en sus filas le tocó militar a Daniel García, batería de Vita Imana, sustituyendo a Carlos a causa de su reciente salida de la banda por motivos familiares. Vamos, que este señor se hizo un pedazo de doblete que si no lo ven no se lo creen. Una estatua para este hombre ya.
Por otra parte, reconozco que aOverdryno los piloto demasiado bien, pero al poder echar mano del repertorio, documentarme un poquito sobre ellos y describir lo vivido, he procedido a redactar este texto de tal manera que mi experiencia sea lo más acorde posible con la realidad que se percibió durante el show. Ya entrando en materia, el tema que sirvió de arranque fue “Extinción”. Desde el principio se vio al grupo en su salsa desplegando su metal crudo y rabioso. Las caras de asombro y curiosidad del público se mezclaban con las de los primeros valientes que ya se los conocían de sobra y que empezaron el calentamiento con los primeros circle-pits de la noche. La verdad que a estos chicos les sobran tablas y se nota. Pablo al bajo desprende ferocidad con esa pose y esa forma de moverse tan brutita que tiene, Kike como guitarrista demuestra seguridad y buen hacer por los cuatro costados,y Marcosestodo clase y actitud a las seis cuerdas. Todo este sólido empaque se ensambla a la perfeccióncon los guturales y melodías que escupe su frontman Alberto, poseedor de una voz portentosa de amplio registro y que se come el escenario literalmente. Tras esta descripción, el despliegue de temas siguió con “Algo más que mentiras”, una vuelta al pasado con un tema de su primer disco “Sangre de mi sangre”, y uno de los momentos álgidos con el single “Tu reflejo”. La actuación siguió subiendo de temperatura con “Mil recuerdos”, “Hoy como ayer” y terminando con “Ciudad de barro”, que sirvió como broche de oro para poner fin a un concierto conciso y sin fisuras. Ojito a estos andaluces tan salaos, porque en cuanto se suben al escenario, se convierten en un bloque que aplasta sin compasión. Y esa es precisamente la sensación que se me quedó en el cuerpo y que sin duda transmitieron al resto de los presentes.
Como apunte destacable, es digno de mención el hermanamiento entre ambas bandas. Es algo que se ve a simple vista sin querer, Se respira mucho cariño y respeto mutuos y como no podía ser de otra manera, no sería la última vez que veríamos a Overdry encima del escenario esa misma noche.
El selist de Overdry fue:
- Extinción
- Algo más que Mentiras
- Sangre de mi Sangre
- Tu reflejo
- Mil Recuerdos
- Hoy como Ayer
- Ciudad de Barro
Vita Imana
La intro de “Depredador de Luz” dejaba claro que era el turno de los protagonistas de la noche.. Tras el buen sabor de boca que dejaron Overdry, dando un concierto muy directo y convincente, Vita Imana salían a escena con la ovación del público. Dos plataformas con Daniel y Miriam franqueaban al cuarteto de frontmans que iban a poner desde le minuto uno la sala patas arriba. Cardoso canta cada vez mejor, y aunque este era el concierto de fin de gira, su voz estaba en perfecto estado.
Tras esa primera obra de arte, como ya llamé a los temas del disco, llegó “Equilibrio”, uno de los cortes más contundentes del nuevo trabajo. La gente ya se conoce de sobra el fantástico álbum, y mientras los Julianes la armaban en el centro de la sala, el grupo daba buena cuenta de uno de los temas que más me gustan de la banda. Pupi estaba radiante, agresivo con los riffs y sin parar de moverse y girar la melena. Un temazo que te sube por la médula espinal y que puso la energía en la sala para que los fans se dejaran la piel, el sudor y en algunos casos, el cuello.
Para no bajar el ritmo, “Ablepsia” cayó como un torpedo, con ese inicio perturbador y con Javi girando desenfrenadamente. El tema gana mucho en directo, sobre todo porque la percusión de Miriam toma protagonismo y te dan ganas de dejar que tu cuerpo se mueva al son de tambores y timbales. La tempestad estaba instaurada en la sala, y la gente no podía más que disfrutar. Unas luces de infarto, un grupo que no deja una gota de sudor sin derramar, un público entregado y temas llenos de calidad. Eso es lo que se le pide a un gran concierto, y eso, entre muchas otras cosas es lo que te ofrece Vita Imana.
Breve agradecimiento al público, con mención especial a los fieles Julianes, y regreso al pasado, reciente, pues hay que recordar que Vita Imana son grandes con apenas 3 discos en el mercado, y turno para otro tema fetiche entre los fans, “Gondwana”, uno de esos temas que ponen la firma del sonido de la formación. Es el tema más cercano a “Sepultura”, y en directo fue de esos momentos que la locura se instaura, locura siemrpe controlada, y donde las voces desgarradas inundan el ambiente.
Tema a tema el grupo iba creciendo sobre el escenario, sin perder ese tacto directo con su público, de todos los miembros de la banda, con acercándose a las primeras filas y Roman haciendo caretos, signo de lo bien que se lo pasan sobre las tablas. Pero llegó uno de los momentos especiales de la noche, como cada segundo que había pasado hasta entonces, pero añadiendo la calidad del tema que da nombre a su último disco, “Oceanidae”, enlazando con “Manos de Sangre”, tema duro, directo, rápido y frenético, que puso en evidencia la enorme calidad de Dani a las baquetas y la entrega de Miriam, con sus manos alcanzando velocidades de vértigo, al igual que el circle pit que se había montado. Que gusto da sentir así un concierto.
Acto seguido, mi tema favorito, “Un Nuevo Sol”, hizo arder la sala, es uno de los temas que más personalidad tiene, y el desenfreno tomó cuenta de la sala nuevamente. La noche parecía que pasaba rápida, y nadie quería que terminara, saltos incluidos, el gutural de Javi, profundo y directo, y la gente que deja que toda la furia de la canción salga a modo de grito.
Llegó el momento de una de las delicatesens de la noche, con la interpretación de “Hydros” sonando espectacular, donde Pupi tomó el protagonismo y nos hizo viajar entre aguas calmadas, entre ríos que surcan las piedras, entre notas que a ojos cerrados se introducían en nuestra mente y calmaban la noche. Uno de esos momentos que hacen de Vita Imana uno de los grupos con mayor calidad del panorama musical español.
Tras “Animal” llegó EL MOMENTO de la noche. Una suave melodía se extendió por las venas de los asistentes, una desgarradora cuerda que sonaba y poco a poco alcanzaba nuestros corazones. La voz de Miriam desencadenó uno de los momentos más memorables que se pueden vivir en un directo, con cientos de voces al unísono sintiendo y haciendo sentir. Si alguien tiene alguna duda del nivel de calidad sumado a sentimientos multiplicado por composición más dulzura, que vea “Mar de Cristales” en directo, y lo entenderá. Entenderá la música como la entienden los seis miembros de Vita Imana, los miles de fans del grupo y los cientos de asistentes esa noche. Esto es Vita Imana, y así se siente la música. Los ojos bañados en lágrimas de Javi, con la voz entre cortada, la expresión rota, y no sólo de él, sino de varios asistentes, entre los que me cuento, demuestran el enorme dolor impregnado en este tema, un dolor que en el silencio de la oscuridad se une, con todas las almas viviendo ese momento. Todo el tema es hipnótico, te transporta a esos momentos duros que la vida nos plantea, te invita a superarlos dejando que las lágrimas fluyan en un concierto. Eso y mucho más es lo que se vivió, no, lo que se sintió en la sala But con la interpretación de “Mar de Cristales”.
Los momentos especiales de la noche no se acababan, y Javi bajó al público para meterse en el pogo con “Paranoia”, para dejar claro que los pies están en el suelo, que ellos no cambian, que el público es su alimento, y por tanto, lo que más cuidan. Sin duda uno de las primeras muestras de que el grupo es, será siempre un grande en nuestro país.
La noche se iba acercando a su final, pero no podían faltar “Oxígeno”, para dejarnos sin aliento, antes de ese tema tan personal y representativo del sentir de la familia Vita Imana, “Seis Almas”, símbolo de la gran unión que tiene el grupo entre sí y con sus seguidores. Para finalizar la noche por todo lo grande, subieron los miembros de Overdry, tras el agradecimiento de Javi por el gran trabajo que hacen y porque “se dejan los huevos en cada concierto”, palabras de Cardoso y sentir de los presentes. Con el escenario lleno, llegó la hora de la batucada, que puso broche de oro a una noche de platino. Vita Imana, calidad y contundencia hecha arte y fuerza.
El grupo se despidió emocionado, con los miembros saludando al público, sudando, llorando de alegría, con Miriam emocionada, con Roman haciendo bromas, con Pupi posando con los fans que querían hacerse fotos. Gran final de gira y vuelta al ruedo, Vita Imana no paran, y si no los has visto en directo aún, no pierdas la oportunidad, porque por donde pasan arrasan y dan una lección de entrega.
El setlist de Vita Imana fue:
- Depredador de luz
- Equilibrio
- Ablepsia
- Gondwana
- Sistema nervioso
- Crudo invierno
- Oceanidae
- Manos de sangre
- Un nuevo sol
- Hydros
- Romper con todo
- Nada por ti
- Animal
- Mar de cristales
- Paranoia
- Quizás no sea nadie
- Oxígeno
- Seis almas
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- Crónica: David Koma y yalinku@metaltrip.com
- Fotos: yalinku@metaltrip.com
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