El pasado 31 de julio 2008 se cumplió uno de los sueños de mi vida, este era ver a los Iron Maiden en Wacken Open Air y gracias a los dioses del Metal así fue, os lo vamos a intentar contar aquí.
El cartel de la fiesta pre-festival, un evento llamado siempre «A Night to Remember» (una noche para recordar) era de lujazo. Lauren Harris, que por una serie de problemas no pudimos llegar a ver, pero bueno, a ver cuando en uno de sus conciertos se marca algo con papi, y seguro que estaremos de los primeros para poderla ver.
Airbourne, los australianos que estuvieron muy bien, muy enrrollados con la gente y una caña que le dan, que hacen que ten tengan todo el concierto pendiente de ellos y de lo que pueden hacer sobre el escenario. Si te gusta el rollo AC/DC o similar, es tu nuevo grupo, genial, además es de los pocos ahora que se sube a los altavoces y la lía, y bien gorda que la liaron, la gente se mostro muy entusiasmada, y los chavales se lo saben montar.
Avenged Sevenfold ya me les hemos visto dos veces este año y es que les falta marcha, garra y algo de salero, mejor al bar, no es de los grupos que me llenen, lo siento, se que a alguno no le gustarán estos comentarios, pero lo veo como un grupo artificial, quizá eran los nervios de ver luego a los reyes del cotarro, los Iron Maiden, o bien actuar ante 75.000 personas, o el lugar, pero les veo algo sosos.
Como estaba todo tan abarrotado era imposible desplazarse a otros escenarios y ver otros grupos, por lo que centramos los comentarios a lo sucedido en los dos escenarios principales, ya que fue donde nos situamos y donde pudimos ver todos los conciertos.
Los Iron Maiden salieron con retraso después de que los organizadores se pasaran tres pueblos y medio vendiendo entradas a diestro y siniestro. Algunos dicen 80,000 personas y otros 70.000,- nosotros lo resumimos en ozú la cantidad de basca que hay aquí y que se podían ir a su casa. La verdad que parece ser que eramos 75.000 almas en el Wacken. Era horrible. No se veía el final de la gente. Nos pusimos unas dos horas antes de que empezara a intentar pillar algo de sitio un poco cerca (el cerca es como 50 metros, menos era como imposible). No me acuerdo cómo, llegamos a la valla que separaba la masa de la torre de sonido y nos agarramos como pudimos. No se podía ni respirar, lo de ir al WC, a por algo de beber o simplemente arrascarte un pié era más que imposible. Jamás en el Wacken había visto avalanchas gordas, generalmente el público alemán además de correcto, es muy educado (sobre todo con las chicas) y bastante frío a ratos a la hora de cantar, dar palmas y cosas de esas, pués bien, se desmadraron del todo. Dos horas antes ya estaban todos empujando como en mi vida he visto allí (y llevo unos cuantos), todo hacía presagiar que si eso era así cuando nada pasaba, cuando salieran iba a ser espantoso y así fue.
Es muy divertido (a ratos) estar ahí empujando y formando parte de la masa pero cuando tienes tíos de 2 metros (o más, no exagero) con unas botas del 45, con unas tripas barrigonas que te espachurran y eso durante horas, ya no mola tanto, es más, no mola nada. Menos mal que me pude subir a la susodicha valla y aguanté gracias a un bendito (Guillermo tío, mil dankes) que me sirvió de «airbag» y estoy aquí gracias a él.
Según lo que nos han contado (y también gracias a las 3 pantallas de vídeo que teníamos delante) había peña por fuera de lo que es el «festival site» y que no había sitio material para que entraran, incluso nos comentaron que cerraron las puertas de acceso al Recinto, así que os podéis hacer una idea de lo vivido. No os lo imagináis lo que había allí.
Con algo de retraso, empezaron los acordes del «Doctor, Doctor» de UFO, apagaron las luces y si antes se empujaban, os podéis imaginar las avalanchas, eran tremendas. Por las pantallas las mismas imágenes del comienzo de su tour por India, Australia y Japón (en las que aparece nuestro colega y colaborador Fernando Maiden, más guapooooo), mostrando lo precioso que es su avión «Ed Force One» y lo bien que lo lleva el Dios del Metal, Bruce Dickinson, unas imágenes muy curiosas que hace que la peña se empiece a calentar si es que no estaban ya demasiado calentitos. Cuando comienza la charla charlosa de Winston Churchill y termina con el you will never surrender y pum aparecen los Maiden arrancando con el «Aces High», el Wacken temblaba. Parecía un concierto en un país de sangre latina, se han acabado las formas y fríos nórdicos, a cantar, a chillar y a esparramar del todo. Misma vestimenta que en Mérida, en Londres, en Bélgica…, mismo escenario y mismo show. Dickinson está pletórico y se le vé entusiasmado y contento (ya sabemos todo lo pesetero que es y debía estar pensando en la recaudación) y se salió. No hubo charlas en contra de la MTV como nos tiene acostumbrado pero sí su referencia al Papa (con el «Moonchild») y muchas veces dijo gracias porque la verdad aquéllo era para darlas.
En el «Trooper» salió con la bandera inglesa bien ondeada y la mantuvo durante bastante tiempo, cosa que históricamente por allí no suele hacer ninguna gracia pero a los Iron Maiden se les perdona todo, no estamos aquí para recordar horripilanteces, sólo para disfrutar de una banda maravillosa. El set no varía desde que comenzaron en la India, ya podían cambiar alguna (por Dios que manden el «Run to the Hills» al baúl un rato), el «Revelations» le salió bordao, el sonido aunque había veces que por el aire se les iba un poco, era muy claro y podías distinguir los guitarreos de cada uno, Dave Murray es algo sobrenatural, cómo toca ese tío, es que está ahí como el que no hace nada pero conjuntado con el Adrian dónde estará mi guitarra dónde le salen unos riffs que son celestiales, ah, también el Janick toca bien.
Uno de los momentos impresionantes es el «The Rime of the Ancient Mariner», en la que sale Bruce Dickinson con su habitual vestimenta de harapos, misteriosa, tocando la banda ese temazo increíble haciendo juego con el telón del barco fantasmagórico de fondo, se salen. Es uno de los momentos culminantes de la actuación.
No os puedo explicar porque no tengo palabras, la cantidad de escalofríos que me recorrieron cuando decía Screammmmmm for me WAckeeeeeennnnnnnm, señor, casi me da. También era por lo espachurrada que me tenían, no os creáis que las avalanchas cesaron, no se cansaron de empujar ni un momento. También tengo que reseñar lo bien que está de voz y de forma ya que no para de saltar, de subirse, de bailar y de comunicarse con el público, es un frontman de los que ya por desgracia no hay. Luego ves a grupos de estos nuevos y dices, vaya carisma que tienen, igual que un calamar. Ya podían aprender un mínimo de este tío. Es que levanta un dedo y tiene a todo el mundo alucinado, eso es ser un artista y lo otro es aprenderse una canción. Al que si veo más parado es a Steve Harris en cuanto a moverse pero oye, déjale que cumple muy bien su papel. No ha sacado en los 4 conciertos de esta gira que he visto ni una camiseta de fútbol, no le tocaría o están muy caras (100€ la camiseta de Fútbol de Iron Maiden, al lorito). Mucho espectáculo pero todo muy bien sincronizado con las canciones y el momento de cada una, un diablo muy guapo en el 666, un súper show al final y mucho Scream for me Wackeen para las delicias del personal, por lo menos para mí. Todos bailamos (lo que nos dejaron los más altos y grandotes), cantamos y salimos afónicos de allí. Tremendo. El Eddie salió con su pinta del «Somewhere in Time», se tiró más tiempo de lo habitual (ha habido conciertos en los que parecía que tenía prisa), estuvo como muy relajado pero es verdad que en esta gira el Janick no le va a pegar ni a jugar con él, es más la broma con el Adrian dónde está mi guitarra dónde, – eso sí, el Eddie tuvo unos gestos semi pornos del amor que siente por sí mismo que le quedaron muy graciosos, muy gamberros y con reprimenda del algún miembro de los Maiden (no me acuerdo bien quién fue, sorry).
Salieron de día y se fueron de noche dejando a todo el personal con ganas de más, completamente extasiados y muchísimos la mar de contentos, los que no vieron y fueron aplastados no tanto porque es verdad que no se puede meter a miles de personas para que no vean nada, pagas una pasta y mereces recibir por lo que has pagado). El tiempo acompañó y no cayó ni una gota durante ese día, bastante teníamos con intentar sobrevivir a la prueba. Fue increíble, genial, up the Irons.
Anunciaron su próximo lanzamiento el año que viene del álbum en estudio, les esperamos que ya tengo ganas de verles otra vez, eso sí, sin el «Run to the Hills» y demás, por Dios.
Voy a ver si me bajo para el movil la frase esa del Scream for me Wackeeeennnnnn, …. UP the Irons.
by rocio@metaltrip.com / javier@metaltrip.com / www.metaltrip.com
Fotos: Fernando
2 comentarios
rafael
es la mejor pajina que e bisto chido por los que la imbentaron
rociowacken
Muchas gracias – un saludo.