El «Night to Remember» (ver post anterior) fue digamos un aperitivo gordo de lo que quedaba por acontecer en el Wacken Open Air 2008. Todavía no está inagurado oficialmente el festival y ya nos había dejado un buen sabor de boca musicalmente con lo que esperábamos con mucha expectación lo que iba a pasar el viernes y el sábado. Os lo resumimos lo mejor que podemos porque tiene tela, por la cantidad de escenarios y bandas que participaban en el Festival.
El viernes empezaron los conciertos a las 11 de la mañana, despues de haber trasnochado y haber acabado con alguna copita de más la noche anterior, amanecimos con los Grave descargando en el Black Stage (antes se llamaba Black Metal Stage), donde ya empezaron dando caña y levantando por primera vez en el día al personal, una buena banda para comenzar el día. Para seguir el día con energía positiva y al mismo tiempo que los Grave estaban los Primordial con su metal pagano en el Party Stage, por lo que había tralla por todos lados a primera hora, así que empezamos el día con alegría y fuerza.
Hemos de resumir en general el viernes como un día muy variado musicalmente ya que había de todo, desde los himnos épicos de los Sabaton coreados por sus miles de seguidores que quedaron súper satisfechos con su actuación ya que se entregan al máximo en cada uno de sus conciertos.
Entre visita y visita al Metal Market, mercadillo y puestos de comida transcurria nuestra vida de seguidor de heavy metal. Volvimos a Recinto del Festival para ver más conciertos.
Tocaba el turno para la juerga vikinga con los Ensiferum que estuvieron un pelín más estáticos que en otras ocasiones pero hicieron que todo el personal saltara y bailara como locos con su tararán, tatararán, no son unos virtuosos pero no les hace ninguna falta para que salgas de sus conciertos todo sudadito y la mar de contento. Aqui los circle pit y los pogos ya estaban a la orden del día, junto con alguna que otra peleita en el barro para poner contento a personal. Estuvieron correctos, pero algo agarrotados, como si la situación los tuviera presionados, y no fue el único grupo que notamos así.
Con los Ensiferum en escena cayo la primera de las tormentas, que sin ser aparatosa, ni especialmente violenta, si descargo gran cantidad de agua, haciendo que el terreno se embarrase y bastante y más con la cantidad de gente que estabamos allí. Eso dió lugar a enormes escenas de público revolcándose en el barro e «invitándote» mediante abrazos a participar en su fiesta.
Los que merecen que se les nombre de otra manera son Sonata Artica. Estos finlandeses salen como si lo tuvieran todo ganado desde el principio y cada vez me da la impresión de que ponen menos interés, tienen una actitud como de estar por encima del bien y del mal y no se molestan mucho. Yo tuve la oportunidad de verles hace años en el mismo sitio (que no en el mismo escenario ni a esa hora) y era como de la noche al día. De una banda con ganas, con garra y con fuerza a un grupo que va a tocar y a cumplir y si te he visto no me acuerdo.
Aqui llego el momento de dividirnos y alguno nos fuimos al WET Stage a ver bandas menos conocidas pero no por ello menos interesantes. La verdad que este escenario estaba en una carpa que por las lluvias, tanto su exterior, como su interior era un lodazal, y bastante incomodo de poder presenciar de un concierto, pero así es la vida, y si quieres peces hay que mojarse el culo.
La primera banda que tuvimos oportunidad de ver y escuchar fueron unos finlandeses llamados Stam1na, que practican un metal muy original cantado en finlandes. Para los que tengais curiosidad: www.myspace.com/stam1na. La verdad es que estuvieron muy divertidos con su variedad de estilos dentro del metal, y son una banda más que interesante y a seguir.
Pasamos a una sesión de Black Metal con Nihelfeim, que estuvieron cumpliendo con todos los cánones de su género con sus maquillajes, las muñequeras y demás adornos de pinchos, el sonido envolvente y cautivador de sus melodias, y con muchas ganas, que hicieron que la abarrotada carpa donde se encontraba el escenario se volcara con ellos.
Llegaba el momento de ver a Van Canto, banda alemana que nos habían recomendado especialmente para ver. Son un bateria y 5 tenores que con su voz imitan el sonido del bajo y las guitarras electricas creando un ambiente metálico similar al de una banda en directo. Son super originales, activos en el escenario y muy interesantes. La carpa estaba llena a rebosar, y me da la impresión que va a ser una banda que a poco que tengan suerte y sigan al mismo nivel (ahora a mediados de septiembre sacan su 2º disco) van a ser uno de los habituales a los Festivales, similar al caso de Apocalyptica. Hacen temas propios y alguna que otra versión de Manowar, y sobre todo el «Battery» de Metallica que lo clavan y podéis imaginar como se pone el personal. La calidad de los tenores es impresionante, y no hay que decir que pedazo voz tienen. Hay que seguir a este grupo.
En el Black Stage empezarón los Opeth estuvieron muy bien, con su calidad acostumbrada haciendo las delicias del personal con su Black Metal Progresivo, de enorme calidad musical, combinando temas cañeros, con composiciones melódicas que les quedarón super curradas. Me gustán más en ambientes más cerrados como una Sala más pequeña, pero estuvierón muy bien y gustaron bastante al personal.
Lo que ya nos dejó un poco fríos fue la actuación de los Children of Bodom. Estos finlandeses (qué pasa en Finlandia? – nivelazo musical) repiten muy a menudo en el Wacken. Siempre sus conciertos son muy buenos e intenso, tienen a todo el público ganado de antemano. Alex Laiho es de los frontman que más carisma tiene dentro de sus compatriotas y de los seguidores del Metal. Los Children saben mezclar la melodía con la garra hasta que…. Hasta que…… qué oyen mis ojos y qué ven mis oídossssss? -aaaaarrrgghhhhhh. Yo no daba crédito a lo que estaba oyendo cuando después de marcarse uno de sus conciertazos machacantes oigo unas notas que me resultan familiares pero no se de momento saber de qué me suena a mí eso pero ya caigo, es el famoso y pesadísimo hasta la saciedad «Umbrella» de una pava súper maciza de color llamada Rihanna y que aparece a todas horas en todas las cadenas musicales chufletas del mundo mundial. Se quedaron tan anchos, se la tocaron entera y le pusieron un pelín de teclados a lo COB pero tampoco la desfiguraron mucho, era como la negrita guapísima pero con cara finlandesa – una castaña. Todo el público se miraba con careto de sorprendido, algunos enseñaban los colmillos y los más hidratados pués bailando, a esos les da igual Rihanna, los COB o el Fary, siempre flipan. Mala manera de terminar una actuación, que alguien me explique por Dios a qué vino la payasada – si fue de graciosidad les salió bastante mal.
Después de esos acordes infernales (y no por ser blackies precisamente) venía el plato fuerte de la noche con los Corvus Corax y su Carmina Burana II – es decir la segunda parte de la ópera medieval que se marcaron primeramente en el 2005 y que a mí personalmente me dejó alucinadita perdida. El Carmina Burana son una recopilación de cantos medievales bastante «peculiares» para la época oscura y sombría (por la Iglesia y sus cosas) en la que fue escrita y que estos chicos se dedican a interpretar con una orquestra súper tocha, con un coro espectacular y con una puesta en escena de lujo total. Todo eso mola mucho cuando le dan caña pero en la segunda parte es mucho más tranquila y más operística (por la voz) que la primera parte que era mucho de gaita y bailoteo y percusión. En general yo lo vi mucho más lento que la primera parte, mucho más intenso y bastante más lineal y denso que la primera del 2005. Mucho gorgorito por parte de una señora que se salía por los bordes pero a esas horas quieres mucha caña y menos virtuosismo de esa clase. Ellos salían con sus vestimentas de siempre (que son una pasada las capas y sus instrumentos) pero no las utilizaron tanto ni tan espectacularmente por lo que en resumen, me gustó pero ya no flipé. Mucha gente se piró, que conste.
Después de salir de la ópera medieval, pasamos a la ópera actual con Avantasia, uno de los momentos esperados del Festival, y la verdad que fue un verdadero conciertazo, qué bien estuvo, qué completo, qué guapo, fue genial. Nada que ver con la actuación en el Sweden Rock Festival de este año. Ya habían rodado en varios sitios y se les notó. Tobías estuvo muy bien – por cierto y a título de cotilleo, es un copión del Bifford de Saxon en la vestimenta, sólo que el inglés lo lleva de abrigo y este era chaqueta. Estuvo muy carismático (que siempre le echado en falta eso pero ya ha aprendido), dominando todo el cotarro y introduciendo los temas de una forma magistral. Salió con el Bob Catley de Mágnum (increíble, uno más bajito que Tobby), Andre Matos y Jorn y se marcaron un conciertazo la mar de bueno y ameno. Mención de aplauso para las dos coristas que se lo curraron súper bien y que hicieron las partes que canta Shannon de Within Temptation con nota muy alta. Genial. Este nos hizo que se me olvidara lo del paraguas del Alexis (lo del Umbrella) que me había dejado cantidad de enfadada toda la tarde noche. Para los bises salió Uli Jon Roth y ya fue el delirio, uno de los momentos del Festival.
Luego para terminar con el intenso día, fuimos al Party Stage a ver a Crematory; muy poquísimo público, ambiente desolador y conciertazo de estos alemanes. Los góticos alemanes repasaron toda su discografia tocando sus clásicos «Tears of tears», «The Fallen», «Revolution»…, y a los pocos asistentes los tenían ganados. Se hicieron una versión de Sisters of Mercy a su estilo que les quedó guapísima (no como otros). Tuvieron un sonido muy bueno y el repertorio (compuesto en su gran parte por su último disco «Pray» del cual sacaron un telón grandote detrás (por cierto, la portada es una pasada) fue de lo más adecuado. El concierto transcurrio muy pausado entre canción y canción, lo que quitó el ritmo del concierto. Lo que no me molaba era la presencia todo el rato (iba y venía y daba por saco) de una criatura buscando a su madre en el escenario (era la teclista) y que a esas horas debería estar en la cama y no mareando, si le hubieran atado habría estado muy bien.
Con el cuerpo bastante hecho polvo de tanto andar, saltar y bailar y con los oídos muy bien alimentados, emprendimos el camino de más de una hora (sí, una hora y algo más) hasta la tienda – había que dormir (cosa bastante imposible en general en el Wacken) porque al día siguiente la cosa pintaba fuerte pero eso os lo contamos luego.
By: rocio@metaltrip.com / www.metaltrip.com
Fotos: Fernando
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