Pasito a pasito y aparentemente sin levantar mucho la voz, Y&T, o lo que era originalmente Yesterday & Today, se presentaban un año más la península para su correspondiente gira. Sin embargo, en esta ocasión, el motivo era muchísimo más especial, pues, como el que no quiere la cosa, se trataba ni más ni menos que la gira del 40 aniversario de la banda. ¡Cuarenta! Y lo pongo con letra para que no haya error. ¡Qué poquitos llegan a esos números!, y mucho menos con la calidad que aún destila Dave Meniketti.
El concierto se anunciaba sin telonero alguno, con lo que para mi, aún tenía más aliciente, ya que así, Y&T podría realizar su setlist completo, pues recordemos, aunque todo el mundo lo sabe más que de sobra, que a las once de la noche, caiga quien caiga, los conciertos en esta sala han de llegar a su fin.
Aunque de ni yo ni el resto del público tuvo ningún problema para acceder a la sala, quiero resaltar que una persona menor de edad si que lo tuvo, ya que a pesar de ir acompañada de adultos, le fue imposible entrar al recinto, pues en esta sala, está estrictamente prohibido la entrada de menores, vengan o no acompañados de adultos que respondan por ellos. Me parece sumamente patético, y me quedo corto, que se censure la cultura concertil a los menores de edad. Y eso, insisto, que iba acompañada de adultos. De vergüenza esta maravillosa comunidad o ayuntamiento de Madrid. La misma basura con distinto bozal.
En fin, dejando de lado este incidente, visita de rigor al puesto de merchandising para ver un puesto un tanto decepcionante, ya que apenas había una camiseta, del In Rock We Trust, pero no la realmente conmemorativa de la gira del 40 aniversario, que o bien se les ha acabado o directamente no la han traído. También estaban la mayoría de los cds de la banda, si bien es cierto que no eran tampoco baratos, pues quince euros por ciertos discos, es cuanto menos pasarse, el precio de la camiseta que había estaba en veinte euros, que tal como están los precios, se puede decir que era barata.
Recibí la advertencia del promotor de que el grupo había dado estrictas instrucciones acerca de la labor fotográfica. Tales instrucciones en este caso, eran la imposibilidad de usar el foso de prensa y el flash, con lo que al menos en mi caso, estaba más que vendido. Algún punto negro había que ponerle al grupo, porque lo que es en el concierto, se salieron no, lo siguiente. Qué poderío de grupo.
Las puertas se habían abierto media hora antes de lo anunciado, cosa que vistas las inclemencias del tiempo en esa lluviosa tarde, se agradeció, y aún así, pasadas las ocho de la tarde, no es que hubiera mucha gente, algo que por otro lado es más que normal, pues la gente tiene que trabajar y no se puede llegar tan pronto. Aún así, Y&T consiguieron congregar una muy buena entrada.
A las nueve menos veinte de la noche, comenzó a sonar la Intro de rigor, “From The Moon”, y aquello se puso en marcha sin que ya nadie pudiera detenerlo. Meniketti y los suyos sin más preámbulos, arrancaron con “Don’t stop runnin’” con una sala mega entregadísima y con él clavando cada una de las notas. Se echaba de menos un telón de la banda, mas cuando los músicos de turno, tocan como toca este señor, cualquier parafernalia queda de lado.
Uno de los pipas salió para el segundo tema con aparentemente un setlist para poner en el suelo, y después tocaron “L.A. Rocks”, mas al acabar, el mismo pipa lo retiró, con lo que lo más sencillo era que fuera la propia letra de la canción o alguna estrofa en particular. ¿Quién sabe?
El grupo iba a piñón sin presentar tema alguno. Así pasó con “Black Tiger”, que la verdad, no necesita presentación ninguna. Cambio en la guitarra de Meniketti para agarrar su fender azul y sorprendernos con “Lucy”, que es bastante menos habitual que otros de sus éxitos.
“One, two, three, four…” fue el comienzo para “Lipstick And Leather”. El público enloquecía al tiempo que la banda sonaba perfecta con un John Nymann algo más estático y un Brad Lang mucho más dispuesto a moverse por el escenario. En los parches, Mike Vanderhule se defendía bastante bien, aunque sin hacer ningún alarde. Dave Meniketti se lo estaba pasando en grande, no paraba de moverse en ningún momento, y eso se transmitía a la gente, gente que por otro lado, estaba más que entregadísima. La iluminación no resaltaba precisamente, aunque bien es verdad que en esta sala es algo bastante habitual, mas el sonido era realmente bueno, o al menos desde donde yo me encontraba.
La deliciosa “Don’t Be Afraid Of The Dark” dio paso a la primera gran sorpresa del grupo con el público, pues uno de los espectadores portaba un papel en el que se leía Lonely Side Of The Town. Meniketti, ahora con la Gibson con la que empezó el concierto, lo hizo propio y tocó ese tema que para mi fue la auténtica sorpresa de la noche, dándonos las gracias a todos. Estaba claro que aquello no iba a ser un concierto al uso, tal como por ejemplo, hizo ya Saxon en el 2004 cuando Byford se comió literalmente el setlist a mitad de concierto. Con Y&T y con este tema en particular, diría que en algunos rostros, casi se adivinaban lágrimas, es más, al menos uno de ellos me reconoció que se le escaparon.
“This time a song from Mean Streak, why not MeanStreak?” fue la presentación para la demoledora “Meanstreak”, que puso la sala patas arriba, siguiendo con “Dirty Girl”, de nuevo con la fender azul, y colocándole, ahora sí, el supuesto setlist de la noche, que al final no fue tal. John Nymann también cambio de guitarra para seguir con su Gibson. A continuación, Meniketti nos dijo que estaban en su gira de 40 aniversario, y nos regaló una nueva improvisación por su parte con los primeros acordes y estrofa a capella de “Don’t Wanna Lose” para enlazar con “Midnight In Tokyo”, la cual no sonó entera, pues el grupo la recortó. Mereció la pena por esos segundos de “Don’t Wanna Lose”. Una lástima que nos tuviéramos que conformar con tan poco.
Para “Armed And Dangerous”, de nuevo con Meniketti y su Gibson, resaltó a una “señorita bonita” del público, presentando el tema como que hacía mucho que no la tocaban. En “Winds Of Change”, Meniketti se olvidó de su guitarra, dejándola de lado, y con micrófono en mano empezó el tema, no dejándolo hasta la mitad del mismo, momento en el que se unió al resto del grupo con su instrumento.
“Contagious” y “I’m Coming Home” fueron de seguido con una pausa para recuperar líquido, cambiando de nuevo John Nymann de guitarra en “All American Boy”. La compenetración de este hombre con su “jefe” es total, no obstante, ya llevan trece años juntos. Siguieron con su última entrega al tocar “I Want Your Money” para después cambiar a su fender azul y regalarnos “I’ll Cry For You” y unirla con “Rescue Me”, tema con el que se jaleó él mismo al terminarlo. No era para menos.
La fiestera “Summertime Girls” fue el paso previo para “I Believe In You”, el tema en el que el bajo de cinco cuerdas de Brad Lang sonó más poderoso que en ninguna otra canción. Tras este tema, la banda se retiró del escenario con un “Gracias, Good Night, Cheers”.
Mas la espera, como era normal, no podía retrasarse mucho y en nada estaban de nuevo delante de nosotros. No empezaron con ninguna en especial, sino que Dave Meniketti preguntó al público qué canción quería que tocaran. Los más avezados, rápidamente pidieron “Open Fire”, Meniketti preguntó con la mirada a la banda, a lo que el batería Mike Venderhule respondió con un “sleeping” provocando las risas del resto de los músicos. Así es que, haciendo caso al respetable, tocaron “Open Fire”.
Al finalizar, Meniketti preguntó si alguien conocía la siguiente canción mientras desgranaba sus primeras notas, “Anybody knows that song?”, y lo cierto es que poca era la gente que conocía este tema («Sail on By») incluido en su disco Endangered Species del 97. Básicamente los más acérrimos fans.
“Rock & Roll’s Gonna Save The World” volvió a implicar a todo en el mundo en la fiesta, pidiendo Dave palmas al público a mitad de tema, y después, y sin ninguna duda, una de las mejores maneras de acabar un concierto de Y&T. “Forever” desató la locura entre todos los asistentes, dejándonos a todos con un magnífico sabor de boca.
Tras tantos temas, el grupo estuvo en el escenario dos horas y veinte minutos. Que es que ni siquiera se dice pronto. ¡Y con la edad que tienen! Me río de ciertos ¿grupos? que luego presumen de lo que ¿tocan?, o de fans que se conforman con menudencias de 70 minutos. Al final tocaron temas de nueve de sus discos, con gran protagonismo, como no podía ser de otra manera, para el Black Tiger del 82. Soberbios.
Lo más probable es que vuelvan el año que viene, seguramente no a Madrid, pero si a España, y volverán a hacer disfrutar a aquellos que los veamos. Yo, si me es posible, haré para no perdérmelos. Como dijo un colegan antes de entrar, ver a este grupo es dinero muy bien invertido. Es verdad que ya solo queda un miembro original, el propio Dave Meniketti, pero los músicos que llevan son realmente buenos y cumplen a la perfección su función. Ya son 61 años de Meniketti y 40 de banda. Me quito el sombrero ante su trayectoria como también ante los conciertazos que siempre dan y que seguirán dando.
El setlist de Y&T fue:
- Intro. From The Moon
- Don’t Stop Runnin’
- L.A. Rocks
- Black Tiger
- Lucy
- Lipstick And Leather
- Don’t Be Afraid Of The Dark
- Lonely Side Of The Town
- Mean Streak
- Dirty Girl
- Don’t Wanna Lose (capella)
- Midnight In Tokyo
- Armed And Dangerous
- Winds Of Change
- Contagious
- I’m Coming Home
- All American Boy
- I Want Your Money
- I’ll Cry For You
- Rescue Me
- Summertime Girls
- I Believe In You
Bises:
- Open Fire
- Sail On By
- Rock & Roll’s Gonna Save The World
- Forever
Crónica y fotos: Fernando Leal Bielsa
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