El Heavy Metal ha dado mucho de sí, saltando de los grandes y pequeños escenarios a otros ámbitos más comerciales. El popular merchandising sigue siendo una de las fuentes de ingresos más estables de las bandas aunque en ocasiones también ha provocado algún que otro quebradero de cabeza. Un claro ejemplo de ello es Slayer que recientemente se ha tenido que querellar contra diversas empresas de manufacturación y distribución por ofrecer al público artículos de la banda sin contar con su autorización.
Más allá de los ingresos secundarios de las bandas a través de este sistema de promoción, existen infinidad de nichos comerciales en los que el Heavy ha logrado asentarse. El campo de los videojuegos es uno de los más cotizados, sobre todo teniendo en cuenta el aumento de personas en todo el mundo que cada vez pasan más tiempo delante de una pantalla jugando. En el sector literario el Heavy también ha conseguido hacerse un hueco, contando en su haber con numerosísimos libros sobre el género. Los hay que exploran la historia del Heavy desde diferentes perspectivas, los que repasan sus múltiples subcategorías o los que se conforman como biografías (algunas no reconocidas, todo hay que decirlo) de bandas míticas. En nuestro país, por ejemplo, contamos con “Cuerdas de Acero”, un homenaje escrito por Andrés López Martínez a todos los músicos y seguidores de Heavy españoles.
Entre esta gran cantidad de libros también podemos encontrar obras escritas en clave de humor, como “Fargo Rock City” de Chuck Klosterman. A ésta se le ha sumado desde hace unos meses “La historia del Heavy Metal”, el primer libro del británico Andrew O’Neill que está basado en el espectáculo humorístico del mismo nombre que representa desde hace tiempo en Reino Unido.
Quizás a muchos no les suene demasiado el nombre de O’Neill pero entre el público británico es toda una sensación. Nacido en Portsmouth hace casi 39 años, O’Neill se ha convertido en toda una estrella en el campo del humor, siendo uno de los cómicos más reconocidos del país. De hecho, hace muy poco lo hemos podido ver en el programa de David Broncano La Resistencia con motivo, precisamente, de la presentación del libro. Echadle un vistazo a la entrevista porque no tiene desperdicio.
¿Y cómo un cómico puede haber escrito un libro sobre Heavy Metal? Pues porque el propio O’Neill es un amante del género e incluso es guitarrista en el grupo de steampunk The Men That Will not Be Blamed For Nothing. Así es como a partir de sus propias experiencias O’Neill procura desentrañar en su obra la historia del Heavy desde sus inicios, haciendo especial hincapié en las diferencias que existen entre los diversos subgéneros. Además,el libro también recoge infinidad de curiosidades sobre grandes nombres del Heavy Metal que ayudan a entender la historia del género a través de la personalización y no como un ente inmaterial. No encontraréis mención alguna a la pasión por el póker del Jerry Cantrell, de los Alice in Chains (una afición que por cierto lo ha llevado de las grandes salas de póker online a participar en torneos profesionales) o sus múltiples hobbies “peculiares”, pero sí una gran cantidad de información sobre Cream, Hendrix, Black Sabbath y un largo etcétera que incluye todas las etapas del género en su medio siglo de vida. Todo ello lo hace a partir de una narración divertida, fresca y plagada de comentarios jocosos que quizás no sean del agrado de muchos. El humor inglés, ya se sabe…
Con todo, si hay algo que destaca del libro de O’Neill es que no pretende ser una enciclopedia del Heavy, huyendo de esta forma de una clasificación férrea marcada por etapas y fechas, sino que se posiciona más bien como una explicación amena de la evolución del género y sus fans. Y es que el cómico también se permite la licencia de antropólogo, realizando una disección de cómo somos y cómo nos comportamos los metaleros, así como sobre cuál es nuestro papel en la sociedad.
Editado por Blackie Books, “La historia del Heavy Metal” se une a la larga lista de libros que abordan el Heavy, con la particularidad de ser uno de los pocos que lo hace desde el humor y, en cierto modo, desde la autocrítica. Una lectura agradable que seguro os arrancará más de una carcajada con sus notas a pie de página.
Sin comentarios