Después de mi paso por el Leyendas del Rock (Villena- Alicante), me acercaba al Rockstad Falun 2013 en Suecia para comprobar lo que un amigo me había comentado. La persona que está escribiendo esta primera parte de como era el festival, ha vuelto súper entusiasmada.
Tras llegar al Aeropuerto de Estocolmo y hacer noche por allí, nos acercábamos al pequeño pueblecito que vio nacer a la banda sueca Sabaton. Este pequeño pueblecito era algo famoso por sus estaciones de esquí aunque con motivo del festival, se está empezando a conocer más a fondo.
Según termine de comer me dirigí al recinto para efectuar el que sería el primer día de festival. El recinto como tal está a unos 15 minutos del hotel donde me alejaba, con un camino que pasaba por un pequeño bosquecillo bastante agradable a la vista.
La zona como tal y según me ha comentado un amigo la han modificado bastante este año en comparación con la del año anterior. Así pues tienes un puesto para los tickets bastante eficiente, rápido y eficaz así como el de las acreditaciones.
Nuestra primera visita era por los puestos de comida, donde podríamos encontrar una inmensa mayoría de cosas (pizzas, kebaps, comida china, chucherías) así como en bebida aunque en este caso lo que más triunfaba eran los refrescos, el agua o los zumos. Por precios si puede ser algo más caro que España (recordemos que Suecia tiene un nivel más alto de vida) pero aún así el ver una pizza por 3 euros o un Kebap por 5 no se ve tan excesivamente caro.
A continuación me acercaba a los baños que dejaban una impresión bastante agradable a la vista, y no eran las típicas cabinas que suelen poner en los festivales, si no los típicos aseos que puedes encontrar en cualquier restaurante, limpios, grandes, con varios WC’S, también un par de duchas, grifos para el agua, todo un lujo.
El tema del merchan era algo parecido a la comida, tenías camisetas a 15 euros, algunas otras a 25 euros, aunque no había el típico puesto con camiseta de X banda falsa como en el resto de festivales. Un primer puesto con tropecientas camisetas de Sabaton (casi todas las que han sacado a la venta), y un segundo puesto para la camiseta del festival así como las de los grupos que llevaban su propio merchan para vender al público.
En cuanto a tema gente y conciertos, pues la verdad es que es sorprendente. Si había muchísima gente que lo daba todo en los grupos, pero también tenías una gran parte que veía los grupos sentados en el césped con una mantita y algo de comida (un picnic con música), además era el primer festival donde había bastantes niños pequeños disfrutando de la música acompañado de sus padres.
En definitiva, si quieres un festival tranquilo en el que pasar el día disfrutando de la música como si fuera un picnic este es uno de los mejores festivales a disfrutar, pues pocos percances podrías encontrar, es más el tema walls of death, pogos y demás está totalmente prohibido para que no les ocurra nada a los críos.
Ahora viene la parte de “el cartel” mucha gente se quejará de que no es un Wacken, Hellfest, Masters, etc., pero como cartel se puede reconocer que al menos intentan tener grupos de calidad es más este año teníamos a Magnum, Powerwolf, Axxis, Turisas, Ensiferum, Korpiklaani, Sabaton, Mustasch, Delain, Moonspell, Keep of Kalessin (una variedad musicalmente bastante grande).
Esperemos que el festival siga creciendo y que en alguna edición veamos algún grupo español, pero por el momento este ha sido uno de los mejores festivales que he pisado.
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- Crónica y fotos: carlos@metaltrip.com
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